Desde el 2017 el Ayuntamiento de Loja homenajea a los matrimonios lojeños que cumplen sus ‘Bodas de Oro’. Aunque lo primeros años la cita se llevó a cabo en el propio Palacio de Narváez, desde el pasado año es el Hotel El Mirador el lugar elegido para tal reconocimiento. Una ceremonia que no escatima en los detalles más importantes que toda boda debe de tener.
El pasado viernes los salones de El Mirador no acogieron una celebración más, sino toda una cena para 23 persistentes matrimonios. Acompañados de sus familiares, estas parejas conmemoraron sus 50 años de casados con un acto organizado con mimo por el Área de Bienestar Social. Antes de la cena, se recordaron los enlaces celebraros a lo largo del 1973.
La técnica del área, Vanesa García, fue la encargada de presentar el evento. Emocionada reconoció los valores que estos matrimonios representan y de cómo el amor puede ser para toda la vida. “Aunque lo vivo todos los años no me dejó de emocionar”, reconoció García convencida de que este homenaje es muy merecido tras una vida de convivencia donde el respeto y el perdón es la calve del éxito.
Un bonito vídeo visualizó fotografías de cada una de las parejas reconocidas. Con emoción los matrimonios observaban sus recuerdos ante el aplauso y emoción de sus hijos y nietos que los acompañaban en la parte trasera de una sala engalanada para la ocasión. En esas imágenes se visualizaba el paso del tiempo desde el altar a la actualidad.
El alcalde, Joaquín Camacho, reconoció el esfuerzo de todos los profesionales y trabajadores que habían posibilitado el éxito de este homenaje. El primer edil reseñó el protagonismo de las longevas parejas y les puso como ejemplo. “Gracias por vuestros valores que seguís inculcándoles a vuestros hijos”, reconoció Camacho que afirmó que “estos 50 años son solo el principio”.
A continuación, se fue nombrando a cada matrimonio para que se les entregará una placa y plato conmemorativo. Éste último era un plato artesanal único realizado por la lojeña Ana García. No faltó el ramo de flores para ella y la flor en la solapa para él. Los familiares jalearon a cada uno de los protagonistas.
Paloma Gallego, concejala de Bienestar Social, reseñó el cariño que desde su área se pone a cada acto que se organiza para los mayores y alabó el trabajo de los profesionales de la misma. La edil destacó el ejemplo de vida que suponen estos matrimonios y deseó que vivirán una celebración merecida. “Lo bonito de estar juntos, saber perdonar y disfrutar del amor”, afirmó la edil convencida de que son todo un ejemplo a seguir
Tras la foto de rigor con todos los matrimonios, y muchas más con sus familiares, las parejas tomaron asiento para la cena. Con un menú copioso y medido para la ocasión, los protagonistas disfrutaron de largas charlas recordando los buenos y malos momentos de toda una vida en matrimonio. Con sus mejores galas nos recordaban que el amor puede ser para siempre, a pesar de las dificultades que existan.
El final de todo banquete no puede ser otro que el corte de la tarta nupcial y el baile de bodas. Eso tampoco faltó, así como el brindis final, ya en compañía de sus reincorporados familiares. Fue el broche final a unas bodas que son oro por el valor humano que congregan.
