Más de cuatro parejas de la Guardia Civil custodiaban desde primeras horas del día las inmediaciones del Juzgado de Loja. Una jornada más la sede judicial lojeña se preparaba para dirimir un hecho violento que involucraba a clanes familiares que viven cercanos a estas dependencias. Evitar trifulcas entre miembros de estas familias, era el fin de tal presencia de agentes.
El presunto colaborador del tiroteo acaecido el pasado domingo en las inmediaciones del hospital de Loja, y padre del presunto autor material de las detonaciones, era puesto a disposición judicial tras su detención el pasado miércoles. Diferentes registros en viviendas del barrio de la Alfaguara, donde vive esta familia que está enfrentada con otro que reside en las calles aledañas a este barrio, propiciaron la detención de un varón de 47 años de edad. Éste fue identificado por la Guardia Civil como el supuesto conductor del vehículo desde donde un segundo individuo, en la zona del copiloto, utilizó un arma corta para atentar contra dos hermanos del clan familiar opuesto. Todo terminó con un tiroteo en las inmediaciones del hospital lojeño que provocó un herido con arma de fuego que sigue crítico en la UCI de Traumatología de la capital granadina.
Con todo esto sobre la mesa, y las primeras pesquisas de la Guardia Civil, el juez de Loja tomó declaración al detenido en la mañana de ayer. Finalmente, y a la espera de juicio, se decide la libertad con cargos como colaborador en el tiroteo. Le imponen medidas cautelares de alejamiento y presentación periódica en el juzgado. Al no contarse con cámaras en el lugar del suceso todo depende de las declaraciones de los presentes, es decir, el propio herido y su hermano.
La Guardia Civil continúa con la investigación con el fin de dar con el paradero del presunto autor de los disparos. Encontrar el arma corta utilizada es un punto fundamental para el futuro juicio. Mientras tanto se sigue pendiente de la evolución de la tensión existentes entre estas familias.
