Adelina Díaz lleva toda una vida al lado de su marido Rafael, a las puertas de cumplir 60 años de casados, y toda una vida cuidándolo, sobre todo, los últimos años que es cuando se le ha agravado la enfermedad que padece. Rafael sufre demencia senil a sus ya 90 años que le obligan en todo momento a depender de una persona que le cubra sus necesidades más básicas y ahí está en primera fila su mujer.
El pasado 5 de noviembre se celebró el Día Internacional de las Personas Cuidadoras y, por este motivo, responsables del área de Bienestar Social del Ayuntamiento se acercó a su domicilio en la calle Pline para rendirle un merecido homenaje a esta lojeña de adopción, convertida en un ejemplo de las personas -en su mayoría mujeres-, que se dedican al cuidado de un familiar. “La ley de la dependencia está cumpliendo su fin que es ayudar a las familias con personas que necesitan atención, pero -hasta donde llega- los cuidadores se llevan todo el peso, en este caso, Adelina”, comentó la concejala de Bienestar Social, Matilde Ortiz, quien estuvo acompañada en esta visita por responsables del área de ayuda a domicilio y la edil de Juventud, Montserrat Valenzuela.
A continuación, la responsable municipal, junto a la coordinadora de la empresa Arquisocial, que gestiona el servicio de ayuda a domicilio desde principios de noviembre, María José Linde, le hicieron entrega de un ramo de flores a la homenajeada. “Felicidades, Adelina, con este sencillo gesto queremos agradecerle a todos la gran tarea que hacen muchas personas con sus familiares, principalmente, las parejas”, a lo que añadió Linde que “esto es un reconocimiento por estos años de vida en común desde el 25 de abril de 1962 y que ahora sigues cuidando de él en la Tercera Edad”.
Para esta ama de casa de 78 años de edad, quien recibió emocionada el detalle, sus funciones como cuidadora las lleva ejerciendo desde hace mucho tiempo, porque “él siempre ha estado enfermo y siempre ha necesitado de mis cuidados, así que llevo toda la vida pendiente de él”. Según aseguró a este medio, “su vida es “ésta, ya no puedo salir a andar que tanto me gusta, ni tomarme un café con una amiga, esto para mí se ha acabado”. Y es que afronta esta difícil situación sola porque sus cuatro hijos viven fuera de la localidad.
Por su parte, la coordinadora de la nueva empresa que gestiona esta prestación social, tanto municipal como autonómica, explicó a El Corto de Loja la funcionalidad de este servicio para las personas que cuidan a los dependientes. “Somos un apoyo para los cuidadores y, cuando la auxiliar está aquí, tenga tiempo de despejarse y delegue funciones”.
En el día a día, las tareas habituales de la profesional Carmen Adamuz con Rafael desde hace más de un año, consisten en levantarlo, asearlo, darle el desayuno y acompañarlo, además de realizar las tareas domésticas. “Es un complemento para su mujer que entendemos que es predependiente y necesita un apoyo externo, del que está totalmente contenta y satisfecha, porque se ha convertido en sus pies y sus manos”, detalló.
Sobre esto, apuntó la propia auxiliar del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) el apoyo que realiza a la cuidadora para que “ella disponga de su tiempo, mientras yo lo cuido” durante aproximadamente dos horas y “si tengo que echar un poco más, no me importa”.
En la actualidad, el SAD atiende a cerca de 30 personas en el municipio y en cuanto a Dependencia, unas 650 personas, según fuentes municipales.
