– ¿Por qué esta profesión?
“Me resulta muy gratificante ayudar a las personas. Llegue a este trabajo con mucho esfuerzo, trabajo y tesón, pero sobre todo con el apoyo incondicional de mi familia. Mi hijo mayor tenía tres años y me di cuenta que merecía la pena hacerlo para tener una independencia”.
– ¿Conciliación familiar?
“Fue duro, tuve que esforzarme mucho. Me levantaba muy temprano para irme a la academia a Granada. Sin el apoyo de mi familia hubiera sido imposible. Una vez que has conseguido el objetivo todo lo das por bueno ya que el avance mío era también el de mi hijo”.
– ¿Igualdad en tu profesión?
“Mi profesión para la mujer es complicada. Estamos muy pocas. Lo que he vivido es complicado. Un ejemplo es que en la preparación de la academia yo escuchaba que había ayuntamientos que no querían mujeres. Eso era duro”.
-Aquí tenemos una jefa de Policía.
“Sí, pero es complicado. Estar al mando es difícil pero más siendo mujer. Hay quien no comprende que una mujer te pueda mandar. En la calle vemos que hay ciudadanos, que sin mala voluntad, acuden antes al hombre Policía que a la mujer.
– ¿Brecha salarial?
“En Policía brecha como tal depende ya que los sueldos van en función de parámetros. Pero para dirigir una jefatura se ve que el hombre está mejor pagado. Es totalmente injusto”.
– ¿Te sientes referente?
“No, para nada. Me considero una persona que tenía un objetivo que al final tuve la suerte de conseguirlo con trabajo”.
– ¿Un último mensaje?
“Queda todavía mucho trabajo por hacer para lograr la igualdad real. Es un trabajo del día a día y es muy complicado. No podemos rendirnos y hay que ser constantes en ello”.
