A primera hora de esta mañana pasaba a disposición judicial el presunto asesino del anciano cuyo cuerpo fue encontrando sin vida el pasado miércoles en su vivienda, en el barrio San Francisco de Loja. Como ya se ha venido informando días pasados, se trata de un joven de 30 años, cuyas iniciales son J. C. A., vecino también de Loja y que, de hecho, residía en el mismo edificio de la propia víctima.
Con numerosos antecedentes penales -de hecho, había salido recientemente de la cárcel-, el presunto homicida fue arrestado en la noche del viernes después de varias reuniones con los investigadores, que fueron hilando cabos hasta su detenimiento. La primera noche la pasó en los calabozos municipales para, posteriormente, ser trasladado a la Comandancia de la Guardia Civil, desde donde, en la mañana de ayer lunes, fue puesto a disposición del titular del juzgado de instrucción número 1 de Loja.
Todo apunta a que el móvil del presunto homicidio ha sido el económico, pues en el momento en el que fue encontrado el cuerpo sin vida del anciano, de 75 años de edad, con un fuerte golpe en la cabeza, evidentes signos de violencia y restos de sangre en la vivienda, también se pudo comprobar que faltaba el dinero de la pensión que acababa de cobrar, cifrado en algo más de 600 euros.
Conocido que tanto el anciano como su presunto asesino eran vecinos y, añadiéndose el hecho de que, al parecer, J. C. A. le habría ayudado durante estos días en la mudanza que el anciano había estado realizando, se entiende que el supuesto homicida pudiera acceder a la vivienda sin ningún problema, al haberse ganado la confianza de su víctima.
Lo cierto es que la investigación ha ido encajando las piezas y, pese a que hasta la detención del presunto homicida mantuvieron varias reuniones con él -el mismo viernes por la tarde se le pudo ver libre por los alrededores-, finalmente determinaron, tras las entrevistas con el propio acusado, así como con los vecinos del barrio, que todas las pistas llevaban precisamente a la persona sobre la que, ya en la jornada del viernes, recaían todas las sospechas por parte de la Guardia Civil.
