Por segundo año consecutivo, la Delegación de Bienestar Social del Ayuntamiento de Loja celebró las bodas de oro de 15 parejas lojeñas que, a lo largo de este año cumplen 50 años de matrimonio. Y lo hizo en una ceremonia muy especial, celebrada en el salón de Plenos municipal, donde no faltaron los gestos de amor y complicidad, las palabras emotivas y alguna que otra lágrima, junto al aliento de familiares y amigos y una decoración nupcial para tan singular ocasión.
Cincuenta años de vida en común, tras dar el “sí quiero”, con historias de vida como la de Teresa Bautista y Juan Antonio Luque que, el mismo día de sus bodas de oro -un 15 de junio- contrajeron matrimonio en el año 1968 o las de Monsalud Martín y Miguel Águila, que lo suyo fue amor a primera vista y llevan toda una vida juntos u otros tantos que “ni siquiera pudieron tener un vestido de novia o un banquete”, como así lo recordó la coordinadora de Servicios Sociales, Vanesa García.
Fue José Luis Caro, marido de Josefa Campaña, quien tomó la palabra en nombre de todos los presentes y le dio significado al concepto de familia como herencia de las futuras generaciones, y reseñó que es “el eje de la unidad, junto a la libertad de los cónyuges”.
Además de estas tres parejas, el resto de matrimonios que se reafirmaron en “sus votos” fueron Francisca Córdoba y Francisco Pérez, Francisca Sancho y Julián Rubio, Carmen Mata y Manuel Corpas, Josefa Arenas y Juan Torres, María del Carmen Valenzuela y Miguel Cuevas, Elvira Cáceres y Manuel Ortiz, Josefa Moreno y Felipe González, Teresa Vivas y Valeriano Delgado, Bibiana Pérez y Bernardo Ruiz, Carmen Jiménez y Ramón Becerra, Carmen Fernández y Juan López Cózar, María Núñez y José Velasco.
Las primeras palabras de felicitación en el acto fueron de la concejala Matilde Ortiz, responsable de este área municipal, quien manifestó sobre los homenajeados que “son parejas que hace 50 años iniciaron una historia y apostaron por estar juntas toda la vida, y donde han formado una familia, dedicándole todo el esfuerzo y dedicación que conlleva”.
Medio siglo de matrimonio que se ha cumplido, gracias al “amor, entendimiento, tolerancia, respeto mutuo y reconocimiento del uno hacia el otro”, y aludió a la aportación de estas personas a la sociedad actual “más justa y que hoy disfrutemos de unas ventajas que, en su tiempo, no disfrutaron y con su trabajo día a día, año a año han contribuido al estado de bienestar del que disfrutamos”.
La ceremonia nupcial se desarrolló con una proyección de un vídeo conmemorativo con fotos de las parejas, tanto de su boda como en la actualidad, y un detalle personalizado de este día, confeccionado por los usuarios del centro ocupacional.
Al término, tomó la palabra el alcalde de Loja, Joaquín Camacho, quien habló de los diferentes momentos en su vida que habrán vivido durante cinco décadas, tras el “gran paso de unirse en este proyecto común con grandes momentos, como es la familia que habéis formado”. Un evento que “realizamos con mucho cariño para festejar una fecha tan significativa con un acto sencillo pero muy emotivo”, a la vez que les deseó a los contrayentes que “todo este tiempo que habéis pasado juntos, se multipliquen por muchos más años y que vuestra familia siga ampliándose”.
A continuación, las parejas a las que el Consistorio lojeño les rindió homenaje disfrutaron de una cena homenaje en el patio central del Palacio de Narváez, que estuvo amenizada con música de su época, tarta nupcial con brindis incluido y que finalizó con el tradicional baile y un aclamado: ¡Viva los novios!
