Un guardia civil del puesto de Loja que se encontraba fuera de servicio ha detenido a un conocido delincuente de esa localidad, un individuo de treinta y cuatro años de edad con numerosos antecedentes policiales, como presunto autor de un delito de robo con escalo después de que lo sorprendiera in fraganti intentando robar dentro de una vivienda.
La detención se produjo el pasado día 27 de junio sobre las 16:15 horas después de que este guardia civil observara a un conocido delincuente de la localidad merodeando por la Cuesta del Bujeo, muy lejos de su domicilio, y decidió seguirlo. Minutos después el agente vio como este individuo saltaba la valla perimetral de una vivienda, deambulaba un momento por el jardín y se colaba dentro de la casa.
Curiosamente los moradores no se enteraron de que tenían al ladrón dentro de la casa hasta que el guardia civil tocó el timbre para alertarlos y para que le abrieran la puerta para poder detenerlo, como así ocurrió.
Las víctimas comprobaron que el presunto ladrón no había causado daño alguno y que tampoco había robado nada porque no le había dado tiempo. Aunque sí que había registrado y revuelto algunas cosas en varias habitaciones de la casa.
Una vez reducido el ladrón. el guardia civil alertó a la patrulla que se encontraba de servicio en ese momento en la localidad y esta se hizo cargo del detenido y de su traslado hasta el acuartelamiento de de Loja para instruir diligencias.
Este individuo ya había sido detenido unos días antes, concretamente el pasado día 18 de junio, por otro delito de robo con fuerza. Ese día asaltó una vivienda en la barriada de La Esperanza de Loja. Había trepado hasta un bacón y roto la persiana, la mosquitera y una hoja de la ventana para entrar dentro de la casa. Un vecino que lo vio alertó a la Guardia Civil y cuando la patrulla llegó, encontró al presunto ladrón en la planta superior de la vivienda. Este último, al verse sorprendido, saltó por una ventana y corrió unos tres kilómetros campo a través hasta que fue detenido por los agentes de Loja. Tampoco aquel día pudo robar nada.