El Centro de Iniciativas Culturales El Pósito se vestía de gala el pasado jueves 19 de diciembre para acoger la séptima edición de los Premios que otorga anualmente la Fundación Ibn Al-Jatib de Estudios y Cooperación Cultural, conformada por la Diputación de Granada y el Ayuntamiento de Loja.
Con un CIC El Pósito completamente lleno de público, en esta ocasión y con motivo de la edición de 2013, se distinguía y reconocía la trayectoria del médico lojeño Antonio Alcaide Castillo, en el apartado local y del compositor Manuel España, en el nacional.
En primer lugar fue turno para el premio correspondiente a este último apartado, cuya entrega corrió a cargo de la diputada provincial de Contratación y Patrimonio y vicepresidenta de la Fundación Ibn Al-Jatib, Rosa Mª Fuentes, quien, tras saludar al alcalde y los miembros de la corporación presentes, así como a los premiados de esta edición, destacó la trayectoria tanto de Antonio Alcaide como de Manuel España y de su grupo durante tantos años, La Guardia, reconociendo que “hay muchas canciones de este grupo que han formado parte de mi vida”, señaló. Rosa Fuentes también transmitió el apoyo de la Diputación de Granada a la Fundación Ibn Al-Jatib.
Manuel España recibió el galardón de la Fundación Ibn Al-Jatib de manos de Rosa Fuentes y, en un breve discurso, pues confesó estar acatarrado, aunque seguidamente interpretaría dos de las canciones más conocidas de su grupo, La Guardia, señaló estar “muy orgulloso de decir que soy profeta en mi tierra y la gente me quiere a pesar de todo el tiempo que ha transcurrido ya”. Manuel España añadió que “es un honor recibir un premio y reconocimiento como éste en casa y confesó sentirse muy emocionado”.
Fue efectivamente el momento de escuchar a Manuel España en su terreno, sobre el escenario, cantando e interpretando acompañado por los guitarristas lojeños Antonio Raya y Alejando García, dos de las canciones más conocidas del grupo granadino: “Mil calles llevan hacia tí” y “Cuando brille el sol”, que fueron coreadas por un público, de todas las edades, entregado al compositor.
Tras el premio a Manuel España y su trayectoria musical desde los años 80 hasta nuestros días, fue el momento del premio en el apartado local. Ahí se llamó, para presentar al protagonista de dicho premio, a José Arenas Ropero, buen amigo de Antonio Alcaide y perfecto conocedor de su trayectoria profesional y humana. Arenas, tras agradecer a la Fundación la oportunidad de poder participar en el acto y poder testimoniar la labor de Alcaide, del que dijo “no hay ninguna duda de que se merece este premio que hoy se le otorga”. José Arenas destacó muchas de las cualidades profesionales y personales del médico lojeño. Recordó cómo el protagonista permaneció en Barcelona hasta que una enfermedad de su padre le obligó a dejarlo todo y volver a Loja. “Seguramente -dijo Arenas- habría conseguido unas cotas profesionales aún más altas de haberse quedado en Barcelona”. Así, destacó los 46 años que lleva ya dedicados a la medicina. “Una larga trayectoria -recordó José Arenas- en la que Antonio ha pasado revista a nuestros hijos y a los que hoy son nuestros nietos”, destacando “cómo siempre los veía con agrado, simpatía y profunda profesionalidad, muchas veces fuera de consulta y siempre disponible para atender a nuestros hijos”.
Arenas también recordó el paso por la política de Antonio Alcaide, en la primera etapa democrática entre el año 1979 y 1983, encabezando la lista por UCD que lideraba Adolfo Suárez y siendo elegido diputado por el Partido Judicial de Loja, siendo responsable de los textos sociales de la Diputación Provincial. Después de aquello no volvió a participar en política activa, dejando la impronta de su serieda y lealtad.
Tras mostrarse un emotivo video sobre algunos de los pasajes profesionales y familiares de Antonio Alcaide, el protagonista subió al estrado para dirigirse a todos los presentes, donde tuvo oportunidad de repasar a través de su visión, lo que ha sido su vida. Alcaide, en primer lugar, agradeció a la Fundación Ibn Al-Jatib la concesión del premio, y a continuación, lo dedicó y compartió a su mujer, sus hijos y sus hermanos.
A lo largo de su intervención, en la que dio un repaso a muchos momentos de su vida, Alcaide recordó algunas anécdotas realmente simpáticas, fruto de unos tiempos muy distintos a los actuales, que lograron sacar las carcajadas a todos los presentes. Recordamos alguno de ellos.
Alcaide destacó durante su discurso la sencillez e inocencia de los niños y quiso explicar por qué había dedicado toda su vida a ellos. “Los niños -señaló- son seres de asombro, no hay dos iguales y esa cualidad la podemos apreciar en las preguntas con las que nos sorprenden, esa incesante curiosidad y el carácter milagroso de su naturaleza. Los mayores, por el contrario, somos rutinarios y vivimos cómodamente instalados en nuestras rutinas”, dijo Alcaide, que también tuvo un apartado especial hacia la figura de Ibn Al-Jatib y su importante aportación a la medicina. El médico lojeño terminó con un recuerdo a dos de las personas que, en ediciones anteriores, habían recibido el premio: Juan Jiménez Vílchez y Carlos Derqui del Rosal.
El alcalde de Loja y presidente de la Fundación Ibn Al-Jatib, sería el encargado de entregar el galardón a Antonio Alcaide. Antes, Camacho tuvo la oportunidad de dirigirse a todos los presentes al acto. El alcalde destacó a las dos personas a las que se les rendía homenaje en esta ocasión, resaltando la influencia de Manuel España en la música en un momento muy importante de la historia en España, allá por los primeros años de la democracia y que, hoy en día, se mantiene todavía en activo. Sobre Antonio Alcaide Camacho resaltó todos sus valores profesionales y humanos y su trayectoria, conocida por todos los lojeños. Según confesó “con todas las personas con las que he hablado para decirles a quienes íbamos a conceder este año los premios me han dicho: don Antonio Alcaide fue mi pediatra”. Pero más allá de su trayectoria profesional, Joaquín Camacho destacó la “humanidad, el cariño, la cercanía y la sencillez del médico lojeño”.
Tras el acto tuvimos oportunidad de hablar con Antonio Alcaide Castillo, quien, más allá de lamentar haber tenido que dejar una etapa en Barcelona que podría haber cambiado su vida, dijo que “volver a Loja fue lo mejor que he hecho en mi vida y las vivencias que he tenido aquí en Loja y lo que he disfrutado aquí como profesional es impagable”.
Por último, también hablábamos a la conclusión con el alcalde, Joaquín Camacho, quien destacaba que se había vivido un acto muy emotivo y entrañable, sobre todo, añadió, porque ha sido muy participativo a través de la propia familia de Antonio Alcaide y en el que se ha intercalado la emoción de un lojeño ilustre que ha sido pediatra y una persona muy implicada por el deporte local en unos momentos muy distintos, además de su labor como político, con la de un músico de tanta influencia como Manuel España y su grupo, La Guardia.