Bajo la tibia luz de miles de velas, la programación veraniega de Cultura ‘Estío 2014’ ofreció el pasado viernes a los lojeños y visitantes una noche mágica con un viaje al pasado para disfrutar de la extraordinaria riqueza cultural de Al-Ándalus a través de la música y danzas de la época. “Loja Velada” proponía un itinerario encendido de 1.000 metros por las calles y plazas del Centro Histórico de la ciudad, que lucía de forma muy especial con la iluminación exclusiva de 1.500 velas repartidas por todos sus recodos.
La noche encendida se inició pasadas las 22 horas en la plaza de Joaquín Costa. Con los arcos del edificio renacentista de El Pósito de fondo, cientos de lojeños disfrutaron con un espectáculo de música y danzas arabigo-andalusíes ofrecido por dos danzarinas acompañadas por el cuarteto musical Nuba Garnati. El concierto danzado contó con dos episodios: uno primero basado en repertorios musicales andalusíes –cultos, clásicos y contenidos- y un segundo basado en ritmos y danzas orientales exóticos y de fantasía, como la danza del vientre o la de los velos.
Al terminar este espectáculo, la atención se trasladaba hasta el histórico barrio de la Alcazaba. Entre la luz de las velas, el público se desplazó hasta la plaza Nazar para deleitarse con el arte de un cuadro flamenco capitaneado por la bailaora granadina María José Albaycín que puso en escena el espectáculo ‘Alcazaba Flamenca’.
El broche final de “Loja Velada” estaba a sólo unos metros de este lugar, en el museo de la Alcazaba, abierto para la ocasión para dar a conocer todos los tesoros que conserva. El edificio mostraba una imagen insólita con la presencia de tan numeroso público que pudo descubrir también la exposición temática montada allí sobre la figura del ilustre lojeño Ibn al-Jatib.
En definitiva, fue una noche memorable donde cientos de personas se dejaron llevar por una atmósfera que, además de contribuir con el descubrimiento cultural, terminó por convertirse en una verdadera fiesta para los sentidos.
