El pasado 8 de julio el Ayuntamiento de Loja dentro de su respectiva mesa de contratación abrió las ofertas presentadas para la redacción de la innovación del Plan General de Ordenación Urbana con contenido de protección del Conjunto Histórico del municipio. Con un valor estimado de contrato de 69.742,97 euros, el consistorio lojeño pretende avanzar en este documento fundamental para mejorar las condiciones de protección, conservación y puesta en valor del centro histórico de la ciudad, así como de los bienes inmuebles individualizados de interés histórico, arquitectónico civil, arqueológico, etnológico y paisajístico. En éste se incluyen propuestas de operaciones de reforma y mejora urbana para la puesta en valor de las cualidades del Bien de Interés Cultural, como está reconocido todo el espacio desde el año 2001.
A falta de presentación de documentación, se pretende en menos de 12 meses contar con la innovación de este PGOU que fue redactado en el año 2013 y que se ha comprobado que finalmente ha supuesto una sobreprotección que evita la inversión privada en la zona y la huída consecuente de población y comercio. La empresa de arquitectura que ha resultado en un principio, y a falta de algunos trámites, ganadora del concurso propone cinco estudios claves para abordar esta innovación. El primero de ellos, que parte de la idea del sobrecoste de la inversión privada para el mantenimiento y adecuación de edificaciones, se trata del estudio tipológico de los edificios protegidos, hacía una economía de obra sostenible. Con ello se buscará dar un catálogo de soluciones constructivas que aún manteniendo los valores de proporción y materiales originales, aporten cualidades espaciales y las prestaciones técnicas para una mejor habitabilidad dentro de precios actuales asequibles.
El segundo estudio planteado se centra en conocer la situación económica local para la promoción y autopromoción residencial. Se buscará conocer el interés real que existe por vivir en el centro y las condiciones necesarias que se demandan para ello. En este punto se estima la necesidad de llevar a cabo encuentros y entrevistas con promotores locales, vecinos de Loja, profesionales de construcción y técnicos municipales que puedan aportar claves al respecto. Lograr dotar de vida al centro histórico se estima fundamental para su recuperación.
La vuelta del comercio sería el paso añadido al anterior. El estudio contempla un apartado para conocer mejor la economía local para la actividad comercial en el centro. Recuperar el comercio desde la planificación urbana es el reto a conseguir. Dar respuesta a zonas como el Mercado de Abastos y fomentar la vuelta de la oferta de hostelería en puntos turísticos es una de las claves que contemplará la futura innovación.
Poner en valor el BIC como referente del turismo de la ciudad es el cuarto eslabón del proyecto de innovación que se pretende acometer. Entiende el avance de este estudio la necesidad de diversificar la oferta y la idea de no centrarse en vender una ciudad patrimonial únicamente sino unirla a su potencial natural y valores inmateriales. En esa línea se buscará contar con nuevos recorridos que combinen naturaleza, gastronomía y tradiciones.
Por último, la oferta ganadora para esta innovación habla de un quinto estudio sobre las potencialidades de la actividad cultural en el centro histórico de Loja. Se entiende que se cuenta con equipamiento de espacios escénicos y abiertos a estas actividades pero una notable carencia de negocios con amplitud de horarios que la complementen. Analizar la actividad comercial y turística en relación a los focos culturales. El fin es plantear el desarrollo de usos compatibles y sostenibles.
Dentro de la concreción de dicha innovación contempla dos aspectos fundamentales. Uno de ellos es la creación de una carta de pavimentos y mobiliario urbano y la intervención de liberación de la Iglesia de la Encarnación. En este último caso la propuesta que se estudia es una solución intermedia entre espacio público y el edificio adquirido por el Ayuntamiento de Loja, antigua sede del Banco Hispanoamericano. Con ello se lograría mantener la fisionomía urbana de Loja y liberar la Iglesia de la Encarnación consiguiéndose un nuevo acceso al barrio de La Alcazaba. La propuesta busca superar las reticencias de la Delegación de Cultura, y lograría dar nueva funcionalidad a este espacio de la ciudad.
