Hay quien los llamaría brotes verdes, pero la falta de certezas con la que vivimos esta crisis nos hace ser comedidos. A pesar de ello es indudable que las cifras mejoran, aunque no lo es menos que habrá quien las vea como un signo inequívoco de que estamos doblegando la curva y quien pida cautela y espera ante la evolución de la misma. Tras dos semanas de restricciones hemos recortado a cifras similares a las del 30 de octubre, lo que visualiza que la recuperación es lenta y sobre todo costosa.
Por suerte el análisis de estos datos, y de su relevancia o no, no corresponde a la ciudadanía sino al comité de expertos de la Junta de Andalucía que el domingo volverán a recomendar al presidente de la Junta de Andalucía, Junma Moreno, las medidas a tomar a partir de ahora. Comerciantes y hosteleros viven auténticos dramas y esperan como si de ajusticiados se trataran dichas decisiones. Que estamos mejor que hace dos semanas es evidente, pero la pregunta radica en si es suficiente o no para entrar en un periodo festivo donde las relaciones sociales son fundamentales.
El análisis lojeño se puede resumir en que vivimos el tercer día consecutivo de descenso en la tasa de contagios. Lejos quedan ya los 1.600 casos por cada 100.000 habitantes que se tenía a principios de la semana pasada. El municipio se sitúa por primera vez desde finales de octubre en una tasa de 1.155,2 casos por cada 100.000 habitantes. A pesar de ello es un dato superior a la media de la provincia que cae a los 922,2 casos, y del Distrito Metropolitano que es de 1.011,1 casos por cada 100.000 habitantes.
Esa desaceleración en la aparición de positivos también es confirmada por los propios profesionales sanitarios que afirman parece remitir, levemente, la presión en la recogida de pruebas PCR. De hecho, se plantea la posibilidad de quitar el doble turno del ‘autocovid’ de la jornada de los viernes. En ese sentido confirman que a finales de octubre y principios de noviembre es cuando se ha recibido una alta presión, estando al límite los seguimientos. A pesar de esta leve mejoría insisten en que no es normal que existan positivos que comuniquen hasta una decena de contactos estrechos, algo que demuestra que hay ciudadanos incívicos que no siguen las recomendaciones. “Lo normal en esta situación es que se apunten como contactos estrechos a convivientes”, afirma uno de los enfermeros que lleva a cabo rastreos en el municipio.
Volviendo a datos concretos de la pandemia, ayer la Junta de Andalucía comunicó 11 nuevos positivos en Loja. Con ellos se llega a los 1.038 lojeños que se han visto contagiados por el virus. Son 1.028 los que cuentan con su PCR positiva. Se suman dos recuperados más siendo 260 los ciudadanos que la Junta estima que se han superado la enfermedad.
En cuanto a fallecidos no se cuenta con decesos en las últimas horas. Loja mantiene 31 muertes desde el inicio de la pandemia. En cuanto a los contagios en los últimos 14 días se sitúan en 235, siendo 81 los aparecidos en la última semana. Este dato de la semana tiene 24 casos menos que los primeros 7 días del mes de noviembre.
Otra noticia positiva del día es el control en la situación en la Residencia de la Misericordia. En esta semana se han llevado a cabo nuevas pruebas PCR. Desde el centro confirman que todos los usuarios ya han dado negativo, por lo que ha día de hoy ningún mayor tiene el virus de la COVID-19. Aún se espera la incorporación de algunos trabajadores. Recordar que desde el pasado 18 de octubre se contó con este brote que obligó a la medicalización del centro días después. Se seguirá unos días más con el control médico de la residencia.
En la comarca reseñar la aparición de numerosos casos. Huétor Tájar sumó ayer 19 casos más llegando a una tasa superior a los 1.700. También aparecen 11 casos en Salar, 9 en Íllora y 1 en Montefrío. El municipio con mayor tasa en la comarca es Villanueva de Mesía que sumó 16 casos más y se sitúa en una tasa de 1731,82 casos por cada 100.000 habitantes.
