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sábado, 27 de julio de 2024

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Bonachera - Roscos de Loja

Emoción y sentimiento en el Jueves Santo en Loja

Intensa jornada con la Real Cofradía de la Santa Vera Cruz, Jesús Preso y Nuestra Señora de los Dolores, por la tarde, y el Cristo de los Favores, por la noche, seguidos con pasión por los lojeños

Loja vibró ayer con uno de los días álgidos de la Semana Santa lojeña: el Jueves Santo. El barrio de San Francisco y el Alto se vistieron de gala, un año más, para recibir a dos de las cofradías más distinguidas de la ciudad en un día intenso y espectacular y lleno de emoción y sentimiento. Los que desprenden la Real Cofradía de la Santa Vera Cruz, Jesús Preso y Nuestra Señora de los Dolores, de un lado, y la Cofradía del Santísimo Cristo de Los Favores, de otro.

A las 18:30 horas y ante una gran expectación, las puertas de la capilla de la Sangre se abrieron para permitir la salida de la Real Cofradía más antigua de la localidad. Cientos de personas se concentraron en las inmediaciones de este pequeño templo para disfrutar de los primeros pasos del desfile procesional del Jueves Santo lojeño por la tarde.

Como cada año, se vivieron momentos plenos de emoción al paso de las imágenes del Jueves Santo lojeño por la tarde. Especialmente intenso y destacado fue el paso por el puente Gran Capitán, por la plaza de Joaquín Costa y por Tribuna Oficial, antes de su encierro en la Capìlla de la Sangre del Barrio San Francisco, que también es uno de los momentos más intensos para sus hermanos y que se produjo pasadas las 00.30 horas.

Este año la Real Cofradía ha estrenado el puñal donado por sus horquilleros a la Virgen de los Dolores.

EL SILENCIO

Minutos antes del encierro de la anterior y poco antes de la media noche -como es tradición-, el silencio y la oscuridad inundaron el barrio Alto de Loja. El Santísimo Cristo de los Favores salía de Santa Catalina para rencontrarse un año más con los lojeños. El imponente crucificado iba escoltado por el característico toque de los Tambores Negros, mientras la luz tenue de los faroles de los hermanos penitentes marcaba su camino, a oscuras, por su barrio y por el centro de la ciudad.

La procesión de la madrugada lojeña ha contado este año como novedad con la incorporación de la nueva medalla para el desfile de este año como insignia distintiva de la hermandad. 

Tras su salida, la bajada por la calle Tamayo fue uno de los momentos más espectaculares de su recorrido, pues puede contemplarse el cortejo en casi en toda su extensión. Otra de las escenas más llamativas en la noche del Jueves Santo lojeño se produce a su paso por la plaza de la Constitución, pues allí aguardaban de rodillas los Tambores Negros para tocar a su titular a su lento paso mientras atraviesa la céntrica plaza lojeña. Después, vendría otro de los momentos más destacados de su recorrido: el paso por Tribuna Oficial, antes de su regreso a su sede canónica, tras subir de nuevo al barrio Alto.

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