Unas 200 personas se han concentrado esta mañana a las puertas del hospital de Loja para reclamar a la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales la apertura total del centro sanitario lojeño y, en concreto, de las áreas de Urgencias y Hospitalización que permanecen cerradas desde su inauguración en marzo de 2011. El acto de protesta ha sido convocado por la Apahla, Asociación de Profesionales Afectados de los Hospitales de Loja y Alcalá la Real, y secundado por vecinos, asociaciones y los tres grupos políticos con representación municipal.
Los convocantes denuncian que justo tres años después de la inauguración del centro aún continúan cerradas las cinco salas de urgencias con las que cuenta, entre ellas una para niños. También está a la espera de que se ponga en funcionamiento el módulo de hospitalización de enfermos que cuenta con 44 camas totalmente dotadas. A ello se le une un gimnasio de rehabilitación y fisioterapia que todavía no está abierto al público.
Al no estar en funcionamiento estos servicios, los profesionales sanitarios que aprobaron sus oposiciones antes de la inauguración del centro no pueden firmar sus plazas para empezar a trabajar. Esta situación afecta en el hospital lojeño a 95 profesionales que consiguieron su puesto como celadores, administrativos, auxiliares, enfermeras, técnicos de rayos y técnicos de laboratorios, entre otras categorías, según ha apuntado Raquel Romero, portavoz de Apahla, asociación que engloba a unos 60 profesionales afectados.
Romero ha explicado que hace unos días este colectivo fue recibido por la directora general de Recursos Humanos del Servicio Andaluz de Salud (SAS), Celia Gómez, quien les explicó que tanto el ente de Salud de la Junta como la Agencia Pública Hospital de Poniente (encargada de la gestión del Chare de Loja) “tienen sus propias reglas de juego, y que nosotros estamos en medio, en un limbo legal”. Según la portavoz, la situación comenzaría a cambiar cuando alguna de estas entidades “cambien las normas de juego para que podamos empezar a trabajar”.
Por otro lado, la asociación también ha sido recibida por las comisiones de Salud del PSOE y del PP. Esta última formación anunció hace unos días que presentaría en el Parlamento de Andalucía una proposición no de ley con la que pedir la apertura total del hospital. Sin embargo, Romero teme que esta acción quede “en agua de borrajas” como sucedió con otra presentada con motivo del hospital de Alcalá la Real el año pasado y que contó con el apoyo de los populares y de Izquierda Unida. “Nos sentimos desprotegidos. Para qué está el poder legislativo si luego el ejecutivo no toma cartas en el asunto”, denuncia la portavoz. Aún queda pendiente otra reunión de la asociación con los sindicatos de la empresa Hospital de Poniente, aunque aún no han recibido respuesta.
La asociación rechaza las palabras de la consejera de Salud, María José Sánchez Rubio, quién hace unos días argumentó que la falta de dinero impedía poner a pleno rendimiento el hospital. “No sabemos cómo se elaboran los presupuestos entonces, porque la oferta de empleo del personal del hospital de Loja se publicó en 2010 y la crisis entonces no era como ahora. Llevamos tres años, un tiempo prudencial soportando todas las situaciones adversas y nadie tiene consideración con nosotros”, denunció Raquel Romero.
La situación de estos profesionales está ahora mismo en manos de la justicia. El colectivo no había previsto inicialmente acudir a la vía judicial pero ha tomado esta decisión al no haber obtenido “ninguna propuesta ni respuesta”. Hace escasos días firmaron la nota de encargo para que sus cinco abogados comenzaran a trabajar en las acciones que estimen oportunas.
El acto de protesta, que en un principio iba a hacerse de manera “silenciosa” y sin “color político ni sindical”, ha contado con el apoyo de los tres grupos políticos con representación municipal. Varios de sus miembros han acudido a la concentración, como es el caso del alcalde, Joaquín Camacho, quien anunció que su partido, el PP, va a iniciar en breve las gestiones para pedir un encierro en el hospital con el que exigir su apertura total. Una acción de protesta a la que espera que se sumen el resto de partidos políticos.
La concentración ha concluido con la suelta de un centenar de palomas que expresa simbólicamente el deseo de que el mensaje de estos profesionales llegue “a donde tiene que llegar”.