Los vecinos del núcleo lojeño de La Fabrica aseguran estar muy preocupados por la situación que vienen viviendo desde hace años ante la falta de un puente que les permita cruzar el arroyo Guantero, un paso obligado para hacer sus tareas y actividad en el día a día y que, aseguran, se vuelve especialmente peligroso en los días de lluvia ante la crecida del caudal, lo que ha provocado no pocos sustos, e incluso, situaciones muy peligrosas para los vecinos de la zona. Por eso, han vuelto a reclamar estos días una solución, para lo que dicen estar dispuestos a hacer “lo que haga falta para que nos escuchen”.
Según dicen se trata de una zona que tiene mucho tránsito de personas a diario. Y es que cuando llueve suele arrastrar una gran cantidad de agua hasta el punto que, según aseguran, “la fuerza del agua ha llegado incluso a arrastrar un tractor”, lo que da a entender el peligro que entraña este paso. Incluso los niños no pueden acudir al colegio en días en los que el arroyo lleva un caudal importante. Esta situación provoca que la conexión entre la Realenga, Torre Agicampe y La Fábrica se queda cortada, aparte del consiguiente peligro que provoca, según insisten los vecinos.
Según relata Dolores Pérez, una de las vecinas de la zona, han vivido situaciones de verdadera angustia y peligro: “Mis nietas estuvieron a punto de ahogarse ahí, se cayeron y nos llevamos un susto enorme, porque no podíamos ni meternos por la cantidad de agua que había”. Afortunadamente pudieron salir “pero cualquier día va a ocurir aquí una desgracia”, señala con preocupación. Antonia Gálvez recuerda que cuando hay mucha agua no pueden llevar a los niños al colegio, “ya que es imposible pasar”. Antonio insiste en pedir “que nos arreglen esta situación como sea y lo hagan cuanto antes, porque llevamos ya muchos años escuchando que van a arreglar el puente”.
Francisco Jáimez, otro vecino de la zona, concretamente de La Fábrica, añade que “todos los días venimos por esta zona gente a pasear y esta situación nos tiene muy preocupados, sobre todo en la época de lluvias, pero parece que las autoridades locales y provinciales no están por la labor. No queremos que esto tarde ni un día más”, insiste, mientras recuerda que por dicho lugar “tienen que pasar los pensionistas para ir al Centro de Día, quienes deben acudir al médico o los niños para ir al colegio. Esto no es un capricho, es una realidad y hace mucha falta que se arregle de una vez”, dice este vecino, preocupado por la situación.
Los vecinos dicen estar dispuestos a ir a la Diputación, al Ayuntamiento o a donde haga falta para que les arreglen de una vez el puente.
Según ha señalado el concejal y portavoz del grupo municipal de Convocatoria por Loja, Antonio Ramón Molina, cuando su grupo entró en el gobierno, que compartió durante más de tres años con el Partido Popular, puso en marcha “todo el papeleo necesario para que en este lugar ya hubiera un puente”. Según añadió, “antiguamente había metidos unos tubos que, según la Confederación Hidrográfica, no reunían condiciones de seguridad y los quitó”.
Molina ha informado que lo primero que hizo en su momento como teniente alcalde de Medio Rural y Obras, fue llevar al pleno una petición para que esta obra fuera incluida en el Plan Provincial de Obras y Servicios y con fecha de 2012 se aprobó en el pleno del Ayuntamiento la incorporación de la misma a los planes de la Diputación, “lo que supondría que ésta pagaría la mitad de la obra y el propio Ayuntamiento la otra mitad”, recordó el portavoz de CpL, quien añadió que con fecha de enero de 2013 envío dicho escrito a la Confederación en el que se informaba que se había aprobado la construcción de un puente “y que nos dijeran cómo teníamos que hacerlo”, explicó.
Continuando con el relato, Molina recordaba que la Confederación contestó en 2014 pidiendo una serie de requisitos, remitiéndose toda la documentación que se solicitaba, tras la cual se dio visto bueno a la actuación, por lo que en el pleno del Ayuntamiento de Loja y el de la Diputación se aprobó la construcción del puente, liberándose para ello 60.000 euros, 30.000 por parte de cada una de las dos partes.
Sin embargo, a pesar de estar todo aprobado y estar el proyecto hecho, a decir de Antonio Ramón Molina, “la Diputación todavía no ha dado la orden para que se contrate a una empresa. Eso es lo único que hay que hacer y eso se puede hacer mañana si quiere”, afirmó el concejal de CpL, quien añadió que “a mí me da la impresión que alguien no quiere que se haga”.