El viernes 1 de mayo, mientras Loja se preparaba para vivir un festivo día de campo, a pocos kilómetros de la ciudad se producía una tragedia de la que aún no se saben bien los extremos en que tuvo lugar y que, sin duda, ha sobrecogido a toda la localidad.
Un conocido lojeño, de 52 años de edad, fallecía en la carretera de Ventorros de San José mientras practicaba su deporte favorito: la bicicleta. Por razones que aún no se han aclarado, pues la investigación sigue abierta, este empresario lojeño, que regentaba el negocio “Bicicletas Loxa”, fallecía en el kilómetro nueve de la carretera A-4154 que une Loja con Ventorros de San José, poco antes de llegar al camino de acceso al monte Hacho por su cara Norte.
Los hechos ocurrieron a las 9:45 horas, recibiéndose en el servicio de emergencias 112 una llamada instantes después que alertaba de que un hombre yacía en la calzada. Hasta el lugar de los hechos se desplazaron agentes de la Guardia Civil y sanitarios, que solo pudieron certificar la muerte del ciclista.
El cuerpo armado se hacía cargo de la investigación para determinar las causas de su fallecimiento, mientras que el cadáver fue trasladado al Instituto Ananómico Forense para realizarle la correspondiente autopsia.
Si bien en un principió se barajó la hipótesis de que el suceso pudo ocurrir al tratar de adelantarlo un vehículo que le habría golpeado lateralmente, más tarde se consideró también la posibilidad de que el ciclista hubiese sufrido algún tipo de desvanecimiento y haberse aproximado hasta el automóvil con tan fatídico resultado. Sin duda el resultado de la autopsia puede ser esclarecedor en ese sentido.
La ciudadanía vivió conmocionada ese día festivo y los siguientes, pues el desafortunado lojeño era muy querido, sobre todo dentro del mundo del ciclismo, del que formaba parte activa.
