Loja se llenó el pasado sábado de ambiente rociero gracias a la visita de la hermandad del Rocío de Granada, que pasó su primera noche de camino en la ciudad. La treintena de carretas que conforman su cortejo fueron instaladas en una explanada situada junto al campo de fútbol de los Veteranos. En torno a ellas hubo mucho ambiente festivo hasta altas horas de la madrugada. La hermandad rociera de la capital también tuvo la deferencia de visitar la ermita de la patrona de la ciudad, la Virgen de la Caridad, a la que se le ofreció un ramo de flores.
La llegada de hermandad del Rocío de Granada a Loja estaba prevista sobre las 20:30 de la tarde, sin embargo, finalmente fue un poco más tarde debido a que la salida desde la capital se retrasó un poco. A pesar de eso, y según explica a Onda Loja Radio Fran Rosúa, miembro del grupo joven de la hermandad, el pueblo lojeño esperó pacientemente y recibió muy bien a la hermandad rociera en su entrada y paseo por las calles de la ciudad.
Una vez establecidos en el lugar de acampada, una pequeña comitiva de la directiva y algunos hermanos salieron hacia la ermita de la caridad para su encuentro con la patrona de Loja. Allí se encontraban multitud de fieles de la patrona, gran parte de los integrantes del consistorio lojeño así como miembros de la directiva de las distintas hermandades de la ciudad. Por parte de la hermandad rociera acudieron alrededor de 10 miembros, entre los que se encontraban el alcalde y vicealcalde de carretas, el hermano mayor, la vicehermana mayor, la mayordoma y varios hermanos.
A su llegada se presentaron ante las autoridades y ante la directiva de la hermandad patronal y, mientras el centro de flores era colocado a los pies de la Virgen de la Caridad, el coro rociero Agua Clara de Loja cantaba diversas canciones dedicadas a ambas imágenes marianas.
En el recinto habilitado para la acampada se veían continuamente grupos de lojeños acercándose a los pies de la carreta del simpecado, que recuerda al Patio de los Leones de la Alhambra de Granada. A las 12 de la noche, se procedió al rezo del Santo Rosario tras la entrada de un pequeño cortejo con las hermandades con imágenes marianas, precedidas de los piteros o tamborileros de la hermandad. El rezo fue oficiado por el párroco de la Iglesia de la Encarnación, Juan Carlos Hidalgo Zúñiga. Tras finalizar, numerosas personas se arrancaron a cantar sevillanas. De esta forma, el cante y el baile se extendió en la ‘pará’ rociera hasta más de las 2 de la madrugada.
Ya el domingo, la hermandad granadina se levantó al son del tamboril “Alba rociera”. En el margen de una hora, desde el pite a las 7:30, la comitiva rociera volvió a retomar su camino hacia el encuentro con la Blanca Paloma.