Desde esta semana el casco histórico de Loja suma un nombre femenino a su entramado callejero: Angustias Rodríguez García, primera mujer farmacéutica en la ciudad, a la que el Consistorio -a iniciativa de la Asamblea Comarcal de Cruz Roja-, ha querido rendir un merecido homenaje, dedicándole una calle histórica del centro, ahora que se aproxima la fecha conmemorativa del 8 de marzo. La vía elegida para bautizarla con el nombre de esta lojeña ilustre es la cuesta Gallego Burín, que une mediante una escalinata, Duque de Valencia con la plaza La Virgen.
El acto institucional se desarrolló en este vial, en la mañana de ayer, con el descubrimiento de una placa, de estilo granadino, con el que se le dio un nuevo nombre a esta calle ante la presencia de familiares, amigos y autoridades locales. Las primeras palabras fueron de la concejala de Igualdad, Matilde Ortiz, quien destacó la iniciativa de Cruz Roja al proponer al Ayuntamiento que “se le pusiera nombre de mujer a calles del municipio” y la vía que se ha elegido “le viene como anillo al dedo porque en este entorno fue donde Angustias ejerció su tarea de farmacéutica en unos tiempos nada fáciles”.
La edil destacó la colaboración municipal en un reconocimiento público del que “nos sentimos muy satisfechos y orgullosos de poder participar en este evento que ha unido a familiares, gracias a esta oenegé”. Y felicitó a los parientes de Angustias por “haber tenido a un familiar pionero en aquella época, por lo que suponía pertenecer a una profesión regida por hombres”. Seguidamente, le hizo entrega a una de sus nietas de una réplica de la placa con el nombre de la calle.
A continuación, tomó la palabra su nieta Ana Ocaña, una de las propietarias de la actual Farmacia Ocaña, junto a su hermana Nieves, quien dio lectura a un escrito donde -sobre todo- destacó la importancia que tuvo su abuela en una profesión de “hombres”, convirtiéndose en una de las primeras mujeres en conseguir la licenciatura de Farmacia en Granada y Andalucía, allá por el año 1931 y que, posteriormente, abrió su negocio en su pueblo natal.
Resaltó que, en Loja se la recuerda como una persona bondadosa, siempre dispuesta a ayudar a los más necesitados. “Hoy me siento orgullosa que el pueblo de Loja dedique una calle a una persona trabajadora, sencilla, caritativa y adelantada a su tiempo como era mi abuela” y agradeció a Cruz Roja por poner en valor su trabajo y al Ayuntamiento por concederle el honor de darle su nombre a esta calle que “tan cerca queda de donde ella vivió y desarrolló su labor”.
Aludió a la satisfacción que tendrían sus dos hijos, Manuel y Mariano, con este reconocimiento a su madre. “Que aunque ya no están, siempre sintieron mucho orgullo de su madres y hoy estarían muy felices”, junto a sus dos nueras, sus seis nietas y sus diez bisnietos por este nombramiento.
Para finalizar, aseguró que, quien pase por esta calle y se pregunte quién era esta mujer, descubrirá a alguien que “abrió paso a otras muchas que vinieron y vendrán tras ella”.
Seguidamente, su bisnieta Nadia tomó la palabra para destacar que su bisabuela era “una mujer de armas tomar en una sociedad y una época en la que se buscaba la sumisión y el cumplimiento de unas leyes no escritas, donde la mujer se debía a la familia y el hogar, pero Angustias luchó contra ello”. A continuación, participó también su bisnieta Natalia con la lectura de un poema de Gustavo Adolfo Bécquer, dedicada a su bisabuela.
OTRAS PROPUESTAS
Por parte de Cruz Roja habló María Dolores Muñoz, quien recordó la fecha del 8 de marzo de 2020, donde esta ONG propuso a mujeres lojeñas que “por su trabajo e interés habían destacado pero no se les había reconocido y pensamos en nombrar calles con su nombre”. Además, de la farmacéutica Angustias Rodríguez, están los nombres de Paquita Alba, practicante y matrona, Concepción Malo, profesora de Matemáticas, y María del Carmen Romero, fundadora del Conservatorio de Música, cuyas placas se descubrirán a lo largo de los próximos meses..
El final del acto lo cerró el alcalde de Loja, Joaquín Camacho, quien enalteció la figura de esta farmacéutica lojeña y la distinción que le hace su localidad. “Creemos que 90 años después, la ciudad de Loja debe reconocer a una mujer que tuvo claro cuál era su sueño y que lo luchó ante poniéndolo a otras consideraciones”.
Camacho se refirió a este acto en el que “se ha puesto en valor su trabajo y esfuerzo, sobre todo, cuando en estos momentos tenemos que seguir luchando por una igualdad real de oportunidades entre hombres y mujeres a la que Angustias contribuyó desde el anonimato”.