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sábado, 27 de julio de 2024

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Bonachera - Roscos de Loja

Las obras que evitarán inundaciones en la avenida de Los Ángeles estarán concluidas en dos semanas

El Ayuntamiento está instalando nuevas tuberías y una rejilla de 25 metros para evacuar las aguas pluviales

La Guardia Civil Detiene A Dos Individuos Por Hurtar Teléfonos De Alta Gama. Foto: Cedida

El Ayuntamiento de Loja está llevando a cabo estos días unas obras que tienen como objetivo evitar las inundaciones que se producen en la avenida de Los Ángeles cada vez que llueve con fuerza. Ha ocurrido ya en varias ocasiones que, con cada fuerte tormenta, los imbornales de la zona se atoran y no son capaces de absorber la gran cantidad de agua que llega a la zona, por vía natural, desde el barrio Alto o Pline. 

Esta era una de reivindicaciones de los comerciantes que veían resignados como sus establecimientos se inundaban de agua porque la avenida se convertía en una auténtica piscina. Ahora el Consistorio, con un presupuesto de 18.000 euros, está realizando esta actuación para instalar una nueva tubería de aguas pluviales de mayor  tamaño que conecte con la de la calle Almería, además de una gran rejilla, de 25 metros de longitud, con la que se asegure que el agua pueda evacuarse con facilidad y rapidez. Las obras se están ejecutando por una empresa de Loja, elegida de entre otras cinco que presentaron sus ofertas.

El problema que existía, según explica a El Corto de Loja y Onda Loja Radio el concejal de Urbanismo y Obras, Joaquín Ordóñez, es que las alcantarillas se atoraban con la suciedad que arrastra la tormenta, fundamentalmente barro y hojas. “Esta suciedad se iba al centro de la calle, los imbornales no podían tragar el agua y al final se generaba una piscina”, explica el concejal. Por ello, la nueva rejilla se ha colocado en una parte más alta, pegada a la acera derecha.

Con esta actuación, según el edil, se podrían evitar futuras inundaciones, aunque alerta de que “si viene una gran tormenta no garantizamos que puede recogerse todo el agua”. Pese a todo, Ordóñez apunta a que la urbanización de la zona “se planificó mal”. En primer lugar porque los bloques de pisos que hay a la altura del parking del antiguo Mercadona están a una cota más baja que la calle Almería, que es la salida natural del agua, lo que favorece que se estanque con facilidad. 

Y, por otro, porque desde la calle Almería hasta la glorieta de los Ángeles no hay ni un solo punto donde el agua pueda salir de forma natural buscando las zonas más bajas. “Deberían haberse construido unas escaleras o una pequeña calle que diera salida a la avenida Pérez del Álamo donde haber podido instalar tuberías de pluviales”, lamenta el concejal, quien pide disculpas por las posibles molestias que se puedan producir por las obras que se están ejecutando y que podrían estar finalizadas en dos o tres semanas. 

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