José Alberto Laredo Aguilera, natural de Ventorros de San José, es enfermero de profesión, pero -en la actualidad- ejerce como profesor contratado doctor y secretario académico en la Facultad de Fisioterapia y Enfermería de la Universidad de Castilla-La Mancha. A sus recién cumplidos 33 años, cuenta con un extenso currículum al que ha sumado recientemente el Premio Extraordinario de Doctorado de la Universidad de Jaén (UJA) por su tesis ‘Efecto de diferentes terapias físicas en la salud de personas mayores’, distinguida el pasado 2020 entre las treces mejores tesis de la UJA, siendo la máxima distinción que se recibe en el ámbito universitario y que avalan numerosas publicaciones en revistas de prestigio internacional por la calidad de estudio y la aportación al campo científico.
-PREGUNTA: Lo primero de todo, enhorabuena por el premio. ¿Qué le llevó a dar el salto de la enfermería a la docencia?
-R: ¡Muchas gracias! En 2009 acabé la carrera de Enfermería con 21 años y empecé a trabajar en Córdoba, la Axarquía, por diferentes pueblos de Granada y, al final, dando tumbos en la enfermería, enlazando contratos unos con otros y estando en la residencia de Algarinejo, fue cuando me surgió la oportunidad de marcharme a Alemania. Yo siempre tenía en mente trabajar fuera de España para ver cómo se trabaja en otro país, además de aprender el idioma, pero nunca encuentras el momento y, a raíz de una entrevista de trabajo de mi novia por aquel tiempo, donde le ofertaban un puesto laboral, vi la oportunidad perfecta. Me fui a Alemania y trabajé cinco años, pero antes, cuando acabé la carrera, hice un Master de Cuidados al Enfermo en Urgencias en la Universidad de Córdoba y otro de Investigación e Innovación en Salud, Cuidados y Calidad de Vida en la de Jaén, así que tenía el gusanillo de hacer el doctorado. Y a las puertas de irme al país germano me comunicaron que podía hacerlo y lo tuve que hacer desde lejos.
-P: Arranca en este momento la investigación de la tesis, ¿por qué este tema?
-R: Este tema me causaba curiosidad, como enfermero, nuestro objetivo es que la sociedad tenga la mayor salud posible. Viendo la población envejecida que tenemos en España, al final, que los mayores tengan una buena salud es muy importante y para el nivel de la población en general porque es una etapa por la que vamos a pasar todo el mundo. Desde ese punto de vista y, sabiendo los beneficios que tiene la actividad física, fue la unión de estas dos inquietudes.
-P: Y para este trabajo, realizó diversos estudios, ¿de cuáles hablamos?
-R: De entrenamiento funcional que es mediante ejercicios similares a los movimientos que se realizan en la vida diaria, como coger un plato, agacharse a recoger algo del suelo… un ejercicio de estos movimientos facilita el día a día de las personas mayores y retrasa la dependencia.
A nivel acuático, analizamos la balneoterapia, que efectos tenía en los mayores y este estudio fue bastante interesante porque en un programa de tan sólo doce días en un balneario, se vio como todas las variables (tensión, consumo de medicamentos, hipersomnia,..) que se habían analizado tenían una mejora significativa.
Otro programa que realizamos fue el entrenamiento de alta intensidad, basado en personas con una cierta actividad física relativamente buena. Estudiamos si realizar el ejercicio de alta intensidad repercutía con mayores beneficios que hacerlo normal y los resultados fueron positivos.
Y otro estudio fue analizar la actividad física, a nivel nacional en el que obtuvimos que las personas mayores realizan poca actividad física ya que los niveles están por debajo de lo recomendado. Observamos que, comparando los mayores de 2009 con los de 2014, estos habían empeorado la percepción de salud, caminar, el tiempo que dedicaban a una actividad moderada que les llevó a enfermedades crónicas. Es fundamental un envejecimiento activo y realizar actividad física para tener una vejez de calidad.
-P: Y, desde la distancia, ¿cómo se afronta todo el proceso de investigación?
-R: El proceso fue un tanto complejo, pero como en Alemania las condiciones laborales eran muy buenas y contaba con días de vacaciones y horas extras convertidas en días libres, aprovechaba para volver a España y sacrificar mi tiempo de descanso para recoger datos de mi trabajo de campo. Uno de los que realicé estuvo colaborando José María Muñoz y lo hice con mayores en Loja que fue el entrenamiento funcional, que tenía unos beneficios muy importantes con respecto a personas que no lo realizaban. Quiero felicitar al Ayuntamiento de Loja por los programas de entrenamiento de mayores e incitar a que estos programas de ejercicio se sigan manteniendo y si se puede, incrementarlos.En 2016 volví a España para finalizar la tesis, bajo la dirección de Pedro Ángel Latorre y Felipe García y la defendí en junio de 2017.
-P: ¿Qué va supone este éxito en su carrera académica?
-R: Este reconocimiento no es fácil obtenerlo porque de las numerosas tesis que se defienden, obtener un Premio Extraordinario sólo se otorga en casos contados. Más que nada, es la recompensa por el trabajo realizado que tanto esfuerzo me costó, así que agradezco a todos el tiempo que me han dado porque sin él no hubiera tenido este éxito. Además, sigo trabajando en el tema de la actividad física e investigando en poblaciones más jóvenes y sobre la prevención a nivel general. Cuando haces un estudio, este te lleva a otras investigaciones.