La cooperativa Hábitat Colaborativo continúa con su idea de poner en marcha en Loja un residencial de viviendas colaborativas para personas mayores. El proyecto contempla la conversión y cambio de uso del edificio –a medio terminar- que hace unos años se proyectó como guardería en la zona de ‘La Joya’ y que la crisis se encargó, como en otros tantos casos, de hacerlo inviable.
La cooperativa firmó el pasado mes de mayo un convenio de colaboración con el Patronato San Ramón y San Fernando, dueño del edificio, para terminar de construirlo pero adaptado a las necesidades de este residencial que contaría, además de viviendas individuales, con un gran número de servicios comunes.
De esta forma se le daría una utilidad social al edificio -cuyo estado de ejecución se sitúa en torno al 34% del proyecto original y cuya obra se encuentra parada desde más de cinco años- contribuyendo además a combatir la soledad de las personas mayores. Con un presupuesto total de casi 2.500.000 euros, el objetivo es que en un plazo de unos dos años el proyecto sea una realidad con el nuevo uso que se le va a dar.
En estas semanas, la cooperativa está captando posibles socios interesados en el proyecto, con el objetivo de que se sumen a la entidad y comenzar las obras en un breve espacio de tiempo. Para ello, organizó hace unas semanas una reunión, celebrada en las dependencias del Poniente Granadino, a la que acudió un gran número de personas que se interesaron por el proyecto.
En el encuentro, José Carlos Rodrigo, presidente de Hábitat Colaborativo, explicó que los futuros propietarios de las viviendas formarían parte del proyecto en régimen de cooperativa, para su uso y disfrute durante 40 años, a través de un contrato de cesión de uso.
Hábitat Colaborativo será la gestora encargada de todos los aspectos administrativos, técnicos, jurídicos y financieros, lo que permitirá la puesta en funcionamiento de una cooperativa de usuarios que podrán disfrutar de todas las ventajas de esta nueva forma de vivir en compañía de vecinos y conocidos de toda la vida.
En el contrato se contempla la finalización de las obras necesarias, el equipamiento y el pago de 1.000 euros en concepto de provisión de fondos y otros 9.000 para la aportación al capital social de la cooperativa. De uso exclusivo de las personas socias usuarias de la cooperativa creada, los precios se establecerán por persona, con un máximo de 750 euros al mes, que incluye una serie de servicios como manutención con cuatro comidas al día, limpieza de las dependencias, lavandería, reposición de equipamiento y un servicio de atención las 24 horas del día.
El residencial, denominado ‘La Joya’, ofrecerá un total de 72 plazas distribuidas en 32 apartamentos, que podrán tener una o dos habitaciones. Con tres plantas de altura, y una superficie total de más de 2.200 metros cuadrados, se mantiene la estructura actual y se aprovecha al cien por cien la inversión hecha hasta ahora, contándose con dependencias comunes aparte de las unidades, que son totalmente autónomas, con su dormitorio, baño adaptado, salón y cocina. Así, las dependencias comunes tendrán sala de estar, comedor y salas para gimnasio, fisioterapia, servicios médicos y despachos adicionales para otros servicios que los usuarios decidan contratar.
El Cohousing, o viviendas colaborativas, es una solución innovadora que lleva funcionando en los países del norte de Europa desde hace varios años y que, poco a poco, se está implantando en nuestro país. Son viviendas autogestionadas y servicios compartidos, que permiten tomar las riendas del día a día a los usuarios que quieren tener protagonismo de su vida, que se adelantan a la soledad y al mismo tiempo, no quieren ser una carga para sus hijos.