De confirmarse que la fallecida el sábado en Ayamonte (Huelva) y la mujer de 29 años encontrada sin vida este lunes en Alboraya (Valencia) son nuevas víctimas del maltrato, el número de asesinadas en España desde el 2003, año en que comenzó a elaborarse la estadística, llegará a la cruenta cifra de 1.000 víctimas.
La organización terrorista ETA asesinó en sus 40 años de historia a menos personas, en concreto a 864, según la Audiencia Nacional; mientras que en el 11-M murieron 192 víctimas y en los atentados de París, 137. Para encontrar un número mayor de fallecidos por causas violentas hay que buscar en las guerras o en el atentado del 11-S, donde fallecieron casi 3.000 personas. Por tanto, casi 1.000 mujeres asesinadas en España en 16 años es una cifra desoladora, por mucho que se quiera cuestionar la existencia de una violencia estructural sobre las mujeres.
Y eso que la estadística no recoge todas las asesinadas por su condición de mujer, tan sólo las fallecidas a manos de sus parejas o exparejas. La Delegación del Gobierno está en fase de ampliar los datos con el resto de muertes motivadas en el intento de dominación del hombre sobre la mujer, pero de momento continua vigente el recuento que se inició en el 2003, justo un año antes de que se aprobara la pionera ley integral contra esta lacra, que puso a España en la vanguardia de la lucha institucionalmente denominada violencia de género.
Por ello, desde el Ayuntamiento de Loja,
1. Recordamos que el asesinato es la última manifestación atroz de la violencia de género pero que comienza mucho antes, escondiéndose detrás de hechos sociales aceptados y fundamentados en creencias y comportamientos con base estructural y cultural; situaciones, todas ellas, que alimentan una desigualdad real entre mujeres y hombres que se traslada en una relación de subordinación y subsidiaridad de unas respecto a unos y que fractura la convivencia y la paz de una sociedad que clama por un futuro sin miedo.
2. Reconocemos los avances que las administraciones venimos realizando en pro de la sensibilización de quienes continúan instalados en estereotipos desfasados y arcaicos y nos complace ser testigos del incremento de voces que llaman y exigen el fin de una sinrazón que se ha cobrado incontables vidas.
3. Destacamos la necesidad de educar en igualdad y dirigimos la mirada hacia las generaciones futuras; es vital desterrar los roles sexuales y erradicar las actitudes y comportamientos normalizados y consentidos que, instalados en la vida diaria, reproducen y perpetúan la desigualdad, origen de la violencia de género. Esta es una responsabilidad conjunta y por tanto, la solución debe ser compartida.
4. Agradecemos la solidaridad de todas esas personas anónimas que muestran sus condolencias y acompañan los minutos de silencio y fijamos la mirada en quienes, además, se esfuerzan por debilitar la multitud de microviolencias invisibles y sistemáticas que sustentan relaciones basadas en el trato desigual.
5. Desde la Corporación Municipal de Loja se anima a las mujeres que sufren violencia de género a denunciar a su maltratador y acudir a los recursos que las Administraciones Públicas y organizaciones ponen a su disposición.