– ¿Cómo llegó a esta profesión?
“Mi padre siempre ha sido conductor de autobús. Provengo de una familia de conductores y nunca me llamó la atención hasta que en el 2007 había cursos para desempleadas y lo hice. Un tío mío me facilitó el acceso a mi primer trabajo en unos años donde no era fácil encontrar una oportunidad. Sin experiencia y más siendo mujer nadie me iba a contratar”.
– ¿Tienes el apoyo de tu familia?
“Mi madre está muy contenta y orgullosa. Creo que mis hijos y mi marido también. Desde 2008 a 2017 en Autocares Balerma. Después quería ver si por mi sola podía entrar en otro lugar y he podido trabajar en Autocares Rober”.
– ¿Era lo que querías ser de pequeña?
“De pequeña quería ser como todo el mundo, maestra o cualquier otra cosa de estudios. Me quedé embarazada muy pronto y no quise seguir estudiando. No me arrepiento y ahora me gusta mi profesión”.
– ¿Conciliación familiar?
“En esta profesión es muy difícil, sobre todo si los niños son pequeños. Salen viajes que son de más de un día o de muchas horas. Todo se puede hacer ya que he tenido la suerte de disfrutar de mis hijos”.
– ¿Apoyo de los ciudadanos?
“La gente me ha ayudado mucho. También ha habido algunos mensajes menos positivos que poco a poco han cambiado. Incluso me llegaron a decir que si yo conducía no se subían en el autobús”.
– ¿Referente?
“No me siento referente ya que ha habido otras conductoras. Sí me gusta que me vean como ejemplo”.
– ¿Un mensaje?
“Creo que debería de haber más mujeres conductoras ya que es una profesión muy bonita. No es cansada, y sí más psicológico. Lo que te gusta con empeño lo consigues”