Uno de los productos que más identifican a Loja fuera de sus fronteras es su conocido Rosco. Centenares de cajas de este genuino fruto de la repostería local parten cada semana desde aquí hacia los lugares más lejanos. De ahí que el Rosco de Loja tenga un gran valor, no sólo gastronómico, sino también cultural y turístico.
Repostería Lojeña, empresa local que no ceja en ningún momento por mejorar la calidad e imagen de sus productos , es también conocida por su continuo apoyo a gran parte de los acontecimientos socioculturales que se realizan en el municipio. Y ahora da un paso más en esa vinculación social, alcanzando un acuerdo de colaboración con la Asamblea Comarcal de Cruz Roja de Loja para destinar el 5% de las ventas de su producto “estrella”, el afamado Rosco de Loja, a esta entidad, y su aplicación en los proyectos de atención a la infancia, durante el año 2015.
Según ha explicado el gerente de Repostería Lojeña, Victor Sola, la venta de Roscos representa una cuarta parte de la producción total de su obrador, por lo que la cifra que tendrá ese fin social no será nada desdeñable.
La campaña suscrita con Cruz Roja atiende al nombre de “Dulce porvenir”, y en palabras de su impulsor “estará destinada a colaborar con los proyectos de atención socioeducativa que la ONG desarrolla con los niños de la comarca que viven la realidad de la crisis: pocos recursos económicos y un ambiente familiar especialmente perjudicado por la falta de medios y las escasas expectativas laborales”, detallaba Sola. A renglón seguido añadía que “esta colaboración supone ayudar en un tema muy sensible, pero también arrastrar a otras empresas lojeñas y comarcales a cooperar en un momento muy delicado”.
Por su parte, el presidente de la Asamblea Comarcal de Cruz Roja, Ramón Soler, se trata de “un gesto precioso de Sola, que nos permitirá tener una ayuda adicional para cubrir las necesidades básicas y promover el éxito escolar de muchos pequeños que lo están pasando mal, cada vez más por desgracia”, informó.
Por lo tanto y como principal objetivo para 2015 de ese “dulce futuro”, Cruz Roja espera proporcionar mayores recursos para sus usuarios más vulnerables, los más de 300 niños que atiende actualmente. Y en esa línea, Ramón Soler adelantó que 2015 será especialmente significativo para la organización, porque supondrá el inicio de su último gran proyecto, el Centro Social y de Atención a la Infancia ‘José Ruiz Gallego’, o, lo que es lo mismo, ‘El Pinar’, que atenderá integralmente a los niños y niñas en riesgo de exclusión.
La iniciativa se pondrá en marcha en el primer trimestre de 2015 como centro socioeducativo orientado a las nuevas situaciones familiares, “donde se viven auténticos dramas porque padres y madres acostumbrados a traer un sueldo a casa no pueden atender a sus hijos como merecen”, explicó Soler. El centro, con vocación comarcal, prevé atender a unos 80 niños diariamente, con aulas didácticas, creativas y de refuerzo escolar entre otros servicios, y en paralelo trabajar con padres y madres.