La Guardia Civil de Loja ha detenido a un hombre como supuesto autor de los delitos de homicidio en grado de tentativa y daños, al intentar quemar un vehículo cuando este estuviera en marcha. Los hechos ocurrieron en una localidad del Poniente Granadino que no ha sido precisada por el cuerpo.
El detenido, mecánico de profesión, colocó en la parte posterior del vehículo un sistema compuesto por dos pequeños botes que contenían gasolina, unidos a varias cerillas. Éstas, a su vez, estaban asociadas a un simple sistema de ignición formado en una cuerda y un rascador.
El sistema, que funcionó, consistía en que la cuerda estaba unida a una rueda trasera del vehículo de tal modo que al ponerse éste en marcha la cuerda se tensaba provocando que el rascador friccionara sobre las cerillas consiguiendo prender la gasolina de los botes.
La víctima, una vecina de la misma localidad, utilizó la semana pasada su vehículo para llevar a su hija a la guardería. Recorrió sólo unos centenares de metros y ambas notaron un fuerte olor a cerrillas quemadas, viendo por el retrovisor que el vehículo estaba ardiendo por su parte de atrás.
Sofocado el incendio con extintores, procedió a poner denuncia de lo ocurrido ante la Guardia Civil. En la inspección ocular realizada por los agentes se encontró en la parte trasera derecha del coche restos de lo que podía ser un sistema de ignición, así como en la parte interior del paragolpes trasero dos botellas, sujetas al mismo con cinta adhesiva, conteniendo gasolina.
Por la Policía Judicial de la Guardia Civil de Loja, se inicia una investigación siguiéndose varias líneas o hipótesis, centrándose en el entorno familiar y laboral de la víctima. Así, se citó a declarar, entre otras personas, a un mecánico que en los últimos años había realizado varios trabajos de reparación en el vehículo sin haber conseguido encontrar la avería.
Durante su manifestación, esta persona se derrumbó y acabó por reconocer ante los instructores que había sido él quien había intentado quemar el coche, y que era la segunda vez que lo hacía.
El detenido manifiesta que lleva tres años intentando arreglar una avería del vehículo, colocándole piezas de segunda mano que la víctima le proporciona y no piezas originales, por lo que la avería no se repara y el no puede cobrar su trabajo. Esta situación después de tanto tiempo le estaba agobiando, por lo que con su acción pretendía destruir el vehículo, aunque no causar daños personales.
