El 5 de noviembre se conmemora la labor de los cuidadores, tanto familiares como profesionales, de personas mayores, enfermas o que sufran cualquier tipo de discapacidad o dependencia. El objetivo es visualizar su labor y defender también su calidad de vida para poder diariamente llevar a cabo su cometido. Para perseguir esto, la Delegación de Inclusión Social de la Junta de Andalucía en Granada ha llevado a cabo diferentes actos de reconocimientos en algunos de los 25 centros de participación activa de la provincia.
Uno de estos reconocimientos se llevó a cabo este pasado lunes en el CPA San José del Barrio Alto. En el mismo se contó con la presencia de la delegada de Inclusión Social, Matilde Ortiz, que estuvo acompañada de la jefa de Servicios de Gestión de Servicios Sociales, María José Quiñones. La directora del centro lojeño, Juani Mancilla, dio las gracias a la delegada por la visita y destacó que en el acto se reconocían a dos cuidadoras como ejemplo de estas personas.
La delegada se emocionó al recordar como ella acudía al centro para traer a su madre y de cómo ésta vivía este espacio como su propio hogar. Para Ortiz es fundamental que los centros de participación activa sean un nexo de relación entre los cuidadores y los usuarios. “El centro es una ayuda para que el cuidador sepa que hay más vida además de la atención a la persona”, comentó la delegada.
En cuanto a otros formatos de apoyo, Ortiz reconoció los avances que se vive en cuanto a ayuda a domicilio y opina que son otras opciones que redundan en la calidad de vida del cuidador. “Debemos de cuidar del cuidador”, reseñó la delegada convencida de que si un cuidador está bien podrá ayudar mejor a la otra persona. Es por ello, que la delegada defiende el reconocimiento que en estos se muestra con motivo de este día.
El centro homenajeó a María Borrego, que cuida desde hace años de su marido, y Mercedes Casado, cuidadora de su madre. Ambas reseñaron que no le pesa su labor, pero admiten que es un esfuerzo constante para que sus familiares estén lo mejor atendidos posible. Borrego leyó una poesía homenaje a su marido, que sufre Alzheimer.