Un aceite de oliva virgen extra que tiene un sabor especial. Está elaborado con el cariño y la dedicación de la treintena de jóvenes que forman parte del Centro Ocupacional de Personas Discapacitadas del municipio. Del huerto municipal de Los Caracolares, cuyos 80 olivos cuidan estas personas, han salido mil botellas de aceite de oliva de medio litro que se están vendiendo entre familiares y amigos.
“La idea no es ganar dinero, sino conseguir recursos económicos extra para seguir haciendo actividades”. Así lo ha explicado Miguel Ramos, director del centro, quien apunta que los jóvenes están muy “orgullosos y emocionados” por ver en la calle su primer aceite de oliva.
Ramos, junto al resto de técnicos, siempre está dispuesto a embarcarse en nuevos proyectos para ilusionar a los jóvenes que asisten cada día al centro ocupacional. Fue el primero de la provincia, y ya innovó hace años cuando fue de los primeros en España en crear un taller de lavado de vehículos, otro de elaboración de cajas de confección y hasta de encuadernación. Una pequeña muestra de actividades pensadas “para potenciar la autonomía de los chicos, y que sean felices y puedan estar satisfechos con lo que hacen en su vida”, apunta Miguel Ramos.
Otra de las actividades de más éxito del centro es un taller de jabones y cosméticos naturales. De él salieron los detalles que se repartieron al más de millar de mayores que asistieron a la cena-homenaje de la pasada Feria. “La idea es intentar que se hagan pedidos para bautizos y bodas”, adelanta Matilde Ortiz, concejala de Bienestar Social, área de la que depende el centro ocupacional.
La edil ha recordado otras de las actividades que realizan los usuarios, como manualidades, el proyecto artístico Arte Capacitado, excursiones socioculturales, visitas a empresas locales o convivencias. Sobre el envasado del aceite de oliva, Ortiz remarca que “tiene mucho mérito, porque procede de los olivos que cuidan con esfuerzo los usuarios” y señala además que “se ha conseguido tras un largo periodo de trámites y requerimientos”.
Del excelente sabor de este aceite de oliva dieron buena cuenta los familiares de los usuarios, que compartieron con ellos, y junto a los trabajadores, un desayuno saludable con productos, como los tomates, que también han salido de Los Caracolares. Este encuentro se producía tras la reunión de la Comisión de Participación en la que se dan cita todas las partes implicadas en el centro con el objetivo de seguir mejorando sus servicios.
De esa reunión salió la propuesta de los familiares de contar con personal estable en el centro. Una petición que asume el regidor lojeño, Joaquín Camacho, quien se compromete a convocar una nueva plaza permanente ahora sin cubrir. El objetivo es que “no cambien los trabajadores cada tres meses, sino que los contratos se alarguen lo máximo que permita la ley”.
Los usuarios del centro pronto empezarán a ensayar las letrillas de su propia murga de Carnaval. Además, y aunque todavía no pueden adelantar nada, se está intentando hacer una representación teatral para Navidad. En definitiva, que el Centro Ocupacional de Loja no para de hacer actividades para garantizar el bienestar de las 30 personas a las que atiende.