El rosco de Loja más grande del mundo ha medido 56 metros y ha servido para ayudar a miles de personas de la India a salir de la pobreza. La lluvia de ayer tarde no impidió que los lojeños volvieran a responder de forma masiva a una original y dulce cita solidaria que convocaba la ONG Manos Unidas. El protagonista absoluto fue el rosco de Loja más grande que se ha hecho en la ciudad, del que han salido más de 1.100 raciones que fueron degustadas por cientos de personas que ayer tarde se congregaban en el pabellón Pérez del Álamo.
Esta iniciativa dulce y solidaria ya se puso en marcha la Navidad pasada con mucho éxito, pero que en esta edición se ha superado en número y colaboración, tanto ciudadana como de los comercios que han hecho donaciones. A lo largo y ancho de las descomunales proporciones de este ‘Súper rosco de Loja’, que creció más de 38 metros con respecto al del año pasado, se escondían más de 400 regalos aportados por 260 empresas y comercios de Loja. Había, entre otros premios, noches de hotel, comidas, ropa, complementos, material escolar o dispositivos electrónicos.
Desde incluso antes de las cuatro de la tarde, hora fijada para comenzar a repartir las raciones de este súper rosco, ya había decenas de personas esperando en la puerta del pabellón para probar este delicioso dulce elaborado por la Casa del Pastel de Riofrío. El alcalde, Joaquín Camacho, fue el encargado de cortar la primera ración de esta gran merienda, que fue amenizada por la empresa ‘Non Stop’ y en la que también se pudo degustar café y chocolate caliente a cargo de la empresa Catunambú. Todo, dulce y bebida, al precio de 2 euros.
A partir de ahí, la organización, compuesta por más de 40 voluntarios, no daba abasto para servir las raciones del súper rosco, que se acabó en apenas dos horas. Visiblemente satisfecha y emocionada por la gran acogida de esta iniciativa se encontraba la delegada de Manos Unidas en Loja, María Pía Caro, quien destacaba además el ambiente familiar que se consiguió crear otro año más.
Este rosco gigante salió del obrador de Manuel Malagón, que ha invertido tres intensos días de trabajo en elaborar este dulce. Se han utilizado 300 kilos de harina, 200 kilos de azúcar y cuatro cartones de huevos. Debido a sus elevadas proporciones, y a su fragilidad, se confeccionó por piezas, de un metro cada una, que después se ensamblaron. Hasta se tuvo que alquilar una gran furgoneta para poder transportarlo. Miguel Martín Oller, maestro pastelero, se mostró muy contento por la respuesta de los lojeños y ya piensa en el rosco del año que viene, que podría superar los 100 metros.
Esta actividad también ha servido para promocionar aún más si cabe el dulce típico lojeño fuera de nuestras fronteras. Así lo destacó el alcalde Joaquín Camacho, quien se encontraba feliz por el buen transcurso de este evento solidario, en el que el Ayuntamiento de Loja volvió a colaborar con el regalo estrella, un fin de semana para dos personas en un spa, en pensión completa, valorado en 200 euros. El alcalde destacó la faceta solidaria que tienen los lojeños y, en concreto, en esta cita, “en la que la solidaridad va de la mano de uno de nuestros valores gastronómicos, el rosco de Loja”.
El dinero recaudado irá destinado a uno de los proyectos que llevará a cabo Manos Unidas en La India. En concreto, pretende ayudar a unas 500.000 personas de una zona chabolista de Delhi, a salir de la pobreza y de las condiciones de insalubridad que padecen. “El objetivo es que estas personas, en su mayoría mujeres y niños, dejen de deambular por las calles y se inscriban en los censos oficiales para que puedan beneficiarse de la sanidad que les ofrece su país”, detalló la delegada de Manos Unidas.
