Los premios Ibn al Jatib están considerados los de mayor prestigio de cuantos se ofrecen en Loja, ya sea a sus vecinos más ilustres, ya sea a grandes figuras nacionales de la cultura, la política, la investigación, el deporte o la economía. Su ya larga tradición y la importante nómina de premiados hace de ellos unos galardones muy apreciados a nivel español.
Los correspondientes a la edición de 2015 se designaron haca prácticamente un año, pero se entregaron el pasado sábado 22 de octubre en medio de una emotiva gala que contó con los actuales y muchos de los antiguos miembros de la Coral Polifónica del Conservatorio de Música María del Carmen Romero, y la ausencia de representación del otro premiado, a título póstumo, como era el expresidente del Gobierno de España, Adolfo Suárez.
El acto tuvo lugar, como es tradicional, en el Centro de Iniciativas Culturales El Pósito, contando con la presencia del presidente y la vicepresidenta de la Fundación Ibn al Jatib, el alcalde de Loja, Joaquín Camacho, y la diputada de Cultura, Fátima Gómez, respectivamente, que fueron, además, los encargados de entregar la prestigiosa estatuilla de Ibn al Jatib a los ganadores de esta edición, si bien, como se decía, no pudo materializarse la correspondiente al difunto Adolfo Suárez ya que por razones particulares no pudo asistir ningún miembro de su familia.
Previo a la entrega en sí, se proyectaron sendos vídeos que resumían en unos minutos la trayectoria e importancia de los dos premiados. Posteriormente, tanto la diputada provincial de Cultura como el alcalde tuvieron ocasión de ofrecer sus impresiones sobre la trascendencia de los premios y, como no, sobre la trayectoria de ambos homenajeados que les ha hecho merecedores de la escultura de bronce que refleja el perfil del ilustre polígrafo lojeño.
Fátima Gómez exaltó la figura del lojeño que da nombre a estos premios, como una de las capitales de la cultura, la política y la sociedad de la Andalucía musulmana. A continuación reflejó en sus palabras el reconocimiento a la labor cultural de la Coral Polifónica lojeña y el papel que desempeña en el ámbito de la cultura granadina.
Joaquín Camacho, por su parte, destacó las bondades de la coral lojeña al reseñar su apuesta por la difusión cultural, la proyección de Loja fuera de la localidad y su capacidad para aunar participación social, especialmente atrayendo a la juventud a tal actividad.
En cuanto al premio no local, es la primera ocasión en que se distingue a una persona a título póstumo. Camacho recordó cómo en el año de la muerte del ex presidente del Gobierno se le puso su nombre al auditorio del Centro Cívico. El presidente de la fundación destacó como es importante ensalzar la figura de Suárez “en unos momentos difíciles en los que hay controversia, crispación, donde los ciudadanos nos piden que pongamos sobre la mesa los valores que se pusieron en la transición”.
El premio recaído en la Coral del Conservatorio fue recogido por su directora, Cande Jiménez López y el presidente de la asociación del conjunto coral, José Barea. Éste último agradeció el reconocimiento y la importancia que tiene para ellos obtenerlo, dedicándolo a los familiares de los componentes de la agrupación cantora por la paciencia que tienen que derrochar. Y consideró que este reconocimiento vendrá a dotar de mayor relevancia al propio conjunto musical.
Por su parte, la directora del conjunto Coral, Candelaria Jiménez, visiblemente emocionada, hizo un breve relato de la vida de la Coral, reconoció el papel que han desempeñado en su historia la anterior directora y fundadora, María del Carmen Romero, así como de todas las personas que la han integrado, y, como no, a la formación actual, su empeño y preparación, así como su esfuerzo para alcanzar cada día mejores cotas de interpretación. La directora aseguró que este premio les anima aún más a continuar en su labor musical dentro y fuera de Loja.
Al término del acto, la Coral interpretó tres temas que fueron vivamente apreciados por el público.
