El Partido Popular y Convocatoria por Loja han garantizado públicamente que el pacto de gobierno que mantienen en el Ayuntamiento de Loja “es estable” y no corre peligro. Ambas formaciones despejan así las dudas que pudieran haber surgido al respecto después de haber protagonizado un sonado enfrentamiento en la última sesión plenaria a cuenta de los presupuestos municipales. En el debate, CpL mostró su desacuerdo con las cifras que se iban a aprobar y consideró que no era necesario un presupuesto a estas alturas del año. Una postura que el alcalde llegó a calificar de “grotesca”.
Tras celebrar una comisión de seguimiento del pacto de gobierno –la cuarta en la que va de mandato-, los dos partidos han hecho balance ante los medios de comunicación de estos tres últimos años de mandato conjunto. Para el regidor lojeño, Joaquín Camacho, es “muy positivo” ya que se están cumpliendo los pilares básicos que se firmaron en el acuerdo de gobierno: la regeneración democrática y el saneamiento económico del Consistorio. “Tenemos un pacto sólido que mantenemos por responsabilidad, anteponiendo siempre los intereses de los lojeños a los de partido”, afirmó Camacho, quien insistió en las “ganas de entendimiento y acuerdo” entre ambas formaciones “a pesar de las discrepancias que puedan surgir, que en cualquier caso son democráticas”.
El primer edil lojeño adelantó que en el próximo pleno municipal se aprobará el presupuesto para este 2014 “que deberá ser acordado entre ambos grupos para conseguir que sea el mejor posible”. En este sentido, el portavoz de CpL, Antonio Ramón Molina, declaró que su formación sí dará ahora el visto bueno a las cuentas municipales “una vez que se han subsanado algunas cuestiones que han surgido en el último momento”. Así, anunció que a partir de este momento se comenzará a trabajar también en el presupuesto del año que viene para que esté “en tiempo y forma”.
Antonio Ramón Molina pidió disculpas a los lojeños por haber mostrado las diferencias con su socio de gobierno en público, aunque considera que “no hubo espectáculo, sino debate de unas cuestiones en las que discrepábamos”. Defendió lo sucedido argumentando que “a veces en un gobierno formado por dos partidos tan diferentes es muy difícil llevar adelante el Ayuntamiento”. Además, sostiene que las discrepancias puedan ser debatidas en un órgano adecuado para ello como es el Pleno Municipal.
