El Ayuntamiento de Loja se adelantó al decreto de Estado de Alarma del Gobierno de España y, cuatro días antes, comenzó con las restricciones de acceso y medidas de protección en las residencias del municipio. Esta acción fue la primera de otras muchas llevadas a cabo para proteger la salud de los colectivos más vulnerable ante esta pandemia, como son las personas mayores y discapacitadas. A la desinfección de la Unidad Militar de Emergencias (UME) de la Residencia de la Misericordia, y posterior acción en Santa Clara y Sierra de Loja, se les añadió la entrega de equipos de protección a los profesionales de los centros.
El alcalde de Loja, Joaquín Camacho, afirmó en Onda Loja Radio que “a día de hoy, ninguna persona mayor ni discapacitada tiene coronavirus en nuestras residencias”, tras realizarle los test de detección a los 226 usuarios este pasado sábado, gracias a la actuación del Centro de Salud y el Distrito Sanitario. “Estamos muy satisfechos con los resultados, que han dejado ver que no hay positivos, por lo que lanzamos un mensaje de tranquilidad a todos sus familiares”, manifestó.
También se realizaron test del Covid-19 a los trabajadores de las tres residencias. Esa gestión dio sus frutos con la realización de estas pruebas a 119 trabajadores la semana pasada. El resultado fue negativo para todos, a excepción de un positivo. “No se trata de un caso de gravedad, no presenta síntomas, ya que incluso el personal sanitario se plantea que sea un falso positivo”, explicó Camacho.
En este caso se activó el protocolo de actuación que consistió en aislar al trabajador en su domicilio, al igual que 15 de sus compañeros que tuvieron contacto con él. “El objetivo es que no haya ningún riesgo para los residentes y evitar un posible contagio por lo que se han tomado todas las medidas de seguridad”, explicó el primer edil, como fue, la desinfección por parte de la UME de la planta donde ejercía el trabajador, la misma noche del Viernes Santo.
Al hilo de esto, el regidor habló de la protección de este colectivo de profesionales. “Los trabajadores de la residencia han tomado todas las medidas de seguridad. A pesar de la falta de suministros de este material han sacado el trabajo adelante con la protección que disponían de mascarillas, batas y gel hidroalcohólicos, además de controles de temperatura a los trabajadores o turnos más largos para que no haya tantos cambios de personal”.
Junto a estas pruebas de diagnóstico del coronavirus, los centros impiden la visita de los familiares a los usuarios como medida preventiva. Para facilitar el contacto, algunas residencias, como la Misericordia, se han hecho con el uso de tres tabletas que permiten llevar a cabo videollamadas, dos de ellas, cedidas por la Obra Social de La Caixa, que también ha entregado batas, guantes, gel y gafas protectoras para los trabajadores. El propio alcalde informó que “a lo largo de esta semana se abrirán nuevas líneas telefónicas a disposición de los familiares para facilitar la comunicación”.
Concluyó, asegurando que “somos de las pocas residencias de mayores que no tienen contagios en la provincia y somos la única residencia de personas discapacitadas sin ningún caso positivo en Granada”, gracias al trabajo que realizan en el centro, gestionado por Grupo Alfaguara, y por los profesionales que cuidan a diario de los usuarios.
