En el arranque de este 2018, el equipo de gobierno municipal ha decidido dar “un paso adelante” en la atención que presta a las demandas de los vecinos del casco urbano lojeño. De esta forma, ha ideado un plan para ofrecer una “atención directa y personal” a los ciudadanos, con el fin de “escucharles y estar encima de los problemas que planteen”, explicó el alcalde Joaquín Camacho en la presentación de esta iniciativa en el mirador de Isabel I de Castilla.
El regidor lojeño estuvo acompañado por los diez concejales que componen su equipo de gobierno, que son los que van a dar forma este plan. Según Camacho, se ha ideado con la intención de “mejorar lo que no ha funcionado” y de “dar respuesta con mayor rapidez a las demandas de los lojeños, vivan donde vivan”.
El casco urbano de Loja se ha dividido en diez zonas. Cada una de ellas tendrá un concejal responsable, que será “el que traslade las necesidades de los vecinos a sus compañeros de Mantenimiento, Obras, Jardinería o Limpieza”, explicó Camacho. Cada edil tendrá que ir todas las semanas a su zona a hablar con los vecinos y poder conocer in situ “si hay suciedad, si hay alguna farola fundida o si hay algún bache, para que así dar el parte correspondiente para solucionar el problema”.
En concreto, los ediles se han repartido las distintas zonas del casco urbano de esta manera: Joaquín Ordoñez recogerá las demandas de los vecinos del barrio Alto, incluida la Huerta Gálvez y El Caminillo; Matilde Ortiz se hará cargo de la Alcazaba-Alfaguara; Inmaculada Ruiz hará lo propio con el barrio de la Estación, El Viso y El Cerro; José Antonio Arco será el concejal de Las Peñas, La Esperanza y El Frontil; Paloma Gallego atenderá a los vecinos de El Puente, Callejón de los Naranjos y calle El Olivo; José Antonio Gallego estará pendiente de otra parte del barrio Alto, desde la Calle San Isidro hasta cerca del Mesón de Arroyo; su compañero José Manuel Sánchez transmitirá las demandas del barrio de San Francisco y la Loma de las Alegrías; José Barea de la avenida de Los Ángeles y los barrios de San Antonio y San Miguel; para José Antonio Gómez es el centro histórico, con las plazas de la Victoria y al-Jatib; y Teresa Delgado, por último, será la edil responsable del Mesón de Arroyo, El Taxi y la calle Real confluencia con la iglesia de la Encarnación.
Este “plan de cercanía”, como lo calificó el primer edil, irá dotado económicamente para “atender a los barrios, urbanizaciones y polígonos industriales”. Aún se está ultimando la partida que irá destinada a este fin dentro del presupuesto municipal de este 2018, pero según Camacho será una cantidad inicial que se irá incrementando progresivamente mediante modificaciones de crédito. “Hay una partida garantizada para arrancar este plan de actuaciones, especialmente en los polígonos porque son zonas de emprendimiento y desarrollo”, puntualizó el primer edil.
