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miércoles, 21 de mayo de 2025

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Bonachera - Roscos de Loja

La Fundación Patronato de San Ramón y San Fernando le dará una segunda vida al edificio de la guardería con un residencial para personas mayores

Un convenio con la cooperativa Hábitat Colaborativo permitirá dar una utilidad social al edificio inacabado y una solución de habitabilidad 

La Fundación Patronato San Ramón y San Fernando y la cooperativa Hábitat Colaborativo han firmado un convenio de colaboración para poner en marcha en Loja un Residencial de viviendas colaborativas para personas mayores, así como, un gran número de servicios comunes. 

Lo que se pretende, fruto de esta colaboración, es darle una segunda vida al edificio que hace unos años se proyectó como guardería en la zona de ‘La Joya’, y que la crisis se encargó, como en otros tantos casos, de hacerlo inviable. De esta forma la Fundación consigue darle una utilidad social a dicho edificio, cuyo estado de ejecución se sitúa en torno al 34% del proyecto original y cuya obra se encuentra parada desde más de cinco años. Con un presupuesto total de casi 1.200.000 euros, el objetivo es que en un plazo de unos dos años el proyecto sea una realidad con el nuevo uso que se le va a dar.

El acuerdo entre la Fundación y Hábitat Colaborativo, contempla su conversión y cambio de uso para la creación de un residencial para personas mayores, conformados en régimen de cooperativa, para su uso y disfrute durante 40 años, a través de un contrato de cesión de uso. En dicho contrato se contempla la finalización de las obras necesarias, el equipamiento y el pago de un canon anual de 36.000 euros. A la finalización de dicho período, se contempla bien la renovación de la cesión, bien la reversión del inmueble a la Fundación.

El Cohousing, o viviendas colaborativas, es una solución innovadora que lleva funcionando en los países del norte de Europa desde hace varios años y que, poco a poco, se está implantando en nuestro país. Viviendas autogestionadas y servicios compartidos, que permiten tomar las riendas del día a día a los usuarios que quieren tener protagonismo de su vida, que se adelantan a la soledad y al mismo tiempo, no quieren ser una carga para sus hijos.

Se trata del segundo proyecto de estas características que Hábitat Colaborativo pone en marcha en la provincia de Granada y que será la gestora encargada de todos los aspectos administrativos, técnicos, jurídicos y financieros, lo que permitirá la puesta en funcionamiento de una cooperativa de usuarios que podrán disfrutar de todas las ventajas de esta nueva forma de vivir en compañía de vecinos y conocidos de toda la vida.

El Residencial, denominado ‘La Joya’, ofrecerá un total de 66 plazas para la población mayor de 50 años, con unidades de uno o dos dormitorios. Y es que, según se destacó por parte del arquitecto, Antonio Luis Espinar, con tres plantas de altura, y una superficie total de más de 2.200 metros cuadrados, “se mantiene la estructura actual y se aprovecha al cien por cien la inversión hecha hasta ahora, contándose con dependencias comunes aparte de las unidades, que son totalmente autónomas, con su dormitorio, baño adaptado, salón y cocina”. Así, las dependencias comunes tendrán sala de estar, comedor y salas para gimnasio, fisioterapia, servicios médicos y despachos adicionales para para otros servicios que los usuarios decidan contratar.

De uso exclusivo de las personas socias usuarias de la cooperativa creada, los precios se establecerán por pieza y persona, con un máximo de 750 euros al mes, que incluye una serie de servicios mínimos y básicos para asegurar la buena marcha del proyecto y la calidad de la convivencia. Además de los servicios básicos, los usuarios podrán decidir contratar servicios accesorios.

En cuanto a los servicios básicos, contarán con atención 24 horas (control de accesos, pequeño mantenimiento y limpieza de zonas comunes, y servicio de correo y prensa diaria, entre otras funciones); servicio de lavandería de la ropa personal; servicio de comedor (realizado por personal propio o externalizado, incluye el desayuno, almuerzo, merienda y cena, ajustados a las necesidades alimenticias de cada usuario y garantizando la calidad, la variedad y el uso de productos locales) y servicio de limpieza, consistente en limpieza diaria los espacios comunes y dos veces por semana las habitaciones de los residentes.

El presidente de Hábitat Colaborativo y responsable del Departamento Financiero, José Carlos Rodrigo, destacó con motivo de la firma del convenio que “con este tipo de proyectos lo que intentamos es acabar con la soledad”, la ‘Epidemia del Siglo XXI’, como la definió. “Así – continuó- añadimos una alternativa de habitabilidad a las existentes y lo hacemos, poniendo en el centro de la toma de decisiones a las personas protagonistas que van a habitar el Residencial, creando valor, impulsando un desarrollo económico sostenible, preservando el medio ambiente y luchando contra el cambio climático”.

A partir de ahí y, tras la firma del convenio, el siguiente paso será generar el grupo de personas que quieran disfrutar del residencial para que formen una cooperativa de usuarios “y decidan cómo quieren vivir en el momento de la jubilación y la vejez”, señaló José Carlos Rodrigo.

Además, añadió que “de esta forma, podrán continuaren su municipio y con las personas con las que han compartido su vida”. Convencido de la parte social del proyecto, el presidente de Hábitat Colaborativo también se refirió al aspecto económico. “Los precios que se van a pagar se sitúan en torno al 50% de la media de lo que se paga en una residencia privada”. Eso sí, insistió en que “no es una residencia privada, sino un residencial”.

Por otro lado, destacó también que el proyecto permitirá generar empleo en Loja, “puesto que se crearán una serie de puestos de trabajo para contratar a las personas que prestarán los servicios a los usuarios del residencial”.

Por su parte, el presidente del Patronato de San Ramón y San Fernando y alcalde lojeño, Joaquín Camacho Borrego, calificó el proyecto de “ambicioso” y comentó que con el acuerdo alcanzado “se posibilita la recuperación, puesta en valor y uso de un edificio fallido que va a contribuir a revitalizar la zona donde se ubica, aumentando la oferta de servicios del municipio para las personas mayores y, todo ello, continuando con la vocación y finalidad social para la que se creó la Fundación”, señaló.

Por ello, no dudó en calificar de “día importante e histórico” el de la firma de este convenio, pues dijo que “un edificio que estaba generando un gran problema y estaba planteado para guardería, algo para lo que creemos que hay plazas suficientes en este momento, ahora podrá atender a otro colectivo, el de las personas mayores de Loja y del Poniente”.

Camacho también puso a disposición el Ayuntamiento y el Patronato “para seguir colaborando en este tipo de proyectos”. Así, dijo que “en los últimos siete años hemos puesto en valor muchos proyectos que estaban iniciados e inacabados”. En esa línea situó el Teatro Imperial, el Auditorio, el Centro Deportivo Urbano, además de la guardería ahora, “para que tengan viabilidad técnica, arquitectónica y social y que Loja sea una ciudad de servicios”.

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