Como cada 16 de julio, los lojeños se han volcado con la procesión de Nuestra Señora del Carmen, patrona del barrio de El Puente. La Sagrada Imagen, junto a la de San Simón a sus pies, transcurrió por las calles de su feligresía que se encontraban bellamente engalanadas para la ocasión, con guirnaldas y mantones, para recibir como se merece a una de las vírgenes más queridas de la ciudad.
Pasadas las nueve y cuarto de la noche se abrían las puertas de la iglesia de San Gabriel para permitir la salida a la calle del trono y de todo el cortejo. Desde bastante tiempo antes, numerosas personas se congregaban en las inmediaciones del templo para esperar a la Virgen y acompañarla en su procesión. Previamente se había celebrado la misa en su honor que ofició el párroco Juan Carlos Moreno, concluyendo así la Solemne Novena.
La procesión contaba este año con numerosos estrenos. Por un lado, en la vestimenta de la Virgen. Lucía un nuevo escapulario bordado en hilo de oro, realizado en los talleres Corpus Christi de Granada, y una saya en terciopelo realizada por Modas Arantxa, en Loja. Además, un broche y nuevos escapularios que portaba en su mano derecha.
Por otro lado, también había importantes novedades en el acompañamiento musical. La banda de cornetas y tambores Nuestro Padre Jesús del Gran Poder de Granada encabezaba la procesión, mientras que la banda Nuestra Señora de las Angustias de Moraleda de Zafayona se situaba detrás del trono de la Virgen.
La procesión de Gloria estuvo acompañada por varios concejales del Ayuntamiento de Loja, por el consiliario y párroco de la iglesia de San Gabriel, Juan Carlos Moreno y, como siempre, por cientos de fieles y devotos de la reina del Carmelo.
Este año la Virgen del Carmen ha procesionado con un crespón negro en señal de luto por el fallecimiento de su anterior hermano mayor y también por las víctimas del atentado de Niza.
