Hace más de 15 días, la Plataforma “AVE sí, pero no así” remitió al Ministerio de Fomento, a la Junta de Andalucía y al Ayuntamiento de Loja sendos escritos en los que informaba de la existencia de unas aguas en el túnel de San Francisco que podrían contener elementos contaminantes, alertando de que si se confirmaba el carácter sulfuroso de las mismas podrían afectar al acuífero de la Sierra de Loja. Las razones esgrimidas entonces por este colectivo continúan siendo vigentes hoy día, al considerar que la rebaja de la plataforma del túnel unos 70 centímetros para dar cabida a la catenaria y la vía adaptada para el AVE, tal como se prevé en el proyecto de la ministra Ana Pastor, podría suponer una alteración del terreno que comunicara esas presuntas aguas insalubres con la gran bolsa que alberga la Sierra lojeña y que suministra agua a buena parte de Andalucía, con lo que supondría un daño ecológico de primera magnitud.
Por eso, en el día de ayer martes, miembros de “AVE sí, pero no así”, con su presidente Gonzalo Vázquez a la cabeza, acompañados del parlamentario socialista Miguel Castellano, se desplazaban hasta el túnel de finales del siglo XIX para constatar “in situ” la existencia de un gran número de perforaciones por donde aflora el agua presuntamente contaminada. En su recorrido por la vetusta infraestructura ferroviaria pudieron advertir también la presencia de otras tantas catas realizadas a media altura en la pared, posiblemente, dijeron, para comprobar la contención de los muros que lo sustentan. Tal como mostraron a los medios informativos, “en un túnel de unos 200 metros de longitud han hecho sondeos cada 10 metros para comprobar su estabilidad y la estructura del subsuelo” detallaba Castellano.
Dotados de linternas y de un artilugio que les permitía extraer el agua de las catas, vertieron el líquido en un bote y pidieron una vez más al Ministerio de Fomento que realice cuanto antes el análisis que aclaré su peligrosidad o no. “Algo tan sencillo como eso” indicaba Gonzalo Vázquez quien negaba el alarmismo que le atribuía días pasados el alcalde de Loja, Joaquín Camacho.
El parlamentario andaluz Miguel Castellano corroboró totalmente esa exigencia de Vázquez y añadió que se realice una certificación técnica por parte de Adif, que niegue el riesgo de contaminación del acuífero, “y así se evitaría un peligro y la preocupación de la población” concretó.
Ambos recordaron cómo en 2006 se realizaron unas prospecciones en el Monte Hacho, por donde iba a transcurrir subterráneamente el tramo lojeño del AVE, y cómo se detectó la presencia de aguas sulfurosas, lo que obligó al Ministerio de Fomento a cambiar el proyecto y optar por la Variante Sur, que es el que estaba ya redactado y listo para licitar cuando entró Rajoy en el Gobierno de España.
Unos sondeos, rememoraba ayer Castellano, que se hicieron a escasos 400 metros de donde ahora aparecía el agua en cuestión, con la agravante de que este afloramiento está en la cota del suministro de agua potable a la ciudad.
El portavoz de los vecinos contrarios al paso del AVE por los barrios de la Estación, la Esperanza y el Frontil informó además de los contactos que vienen manteniéndose con la plataforma granadina por el soterramiento de la vía por la Chana en la capital, habiendo acordado trabajar conjuntamente contra “las características de una obra que es una auténtica chapuza para Granada y Loja” añadió Vázquez. Por último anunció la intención de participar en la reunión que lleve a cabo Diputación de Granada con Fomento y pidió al alcalde lojeño “que no falte a la inteligencia de los ciudadanos y se tome en serio este problema”, concluyó.
Miguel Castellano cifró en unos 4 millones de euros el coste del transporte alternativo por carretera que se puso en marcha para realizar las obras, “que es un auténtico despilfarro porque no lo utiliza nadie”, al tiempo que criticaba la “inoperancia de Fomento, que tiene totalmente parados los trabajos de adaptación de la vía” por la existencia de “problemas técnicos que no acaban de reconocer, como son los que entraña tocar en el túnel de San Francisco, entre otros”; y problemas económicos al pedir la empresa adjudicataria de los trabajos una revisión del contrato por ser “totalmente insuficiente” la partida destinada al tramo, ya que “se adjudicó por la mitad de lo que estaba presupuestado”, de 40 millones se concedió en 23, aclaró Castellano.
Finalmente, el parlamentario granadino reiteró el compromiso del PSOE por hacer “un AVE de verdad” y que así se mantendría en el caso de obtener la responsabilidad del Gobierno de España, “por lo que se continuaría con los tres tramos no ejecutados de la Variante Sur, con doble vía electrificada y ancho internacional para el tránsito de trenes a 300 kilómetros por hora, se harían las estaciones de Loja y Granada, y se soterraría la vía a la llegada la capital, no despilfarrando ni un euro más en una obra que no es alta velocidad y sí una chapuza”, concluyó.
