A los 95 nos ha dejado el médico José Tarifa López, uno de los profesionales de la salud más reconocidos del municipio junto con Carlos Derqui y Antonio Alcaide. Los tres cuentan con el premio Ibn al- Jatib en su haber, siendo en el año 2016 cuando Tarifa lo recibe. Nos deja todo un referente social del municipio, ya que también participó de la vida política desde la llegada de la democracia.
Nacido en la localidad alpujarreña de Cádiar, se trasladó a Loja con su familia en los años 70 para ejercer como médico. Para Tarifa Loja siempre fue su casa, su hogar. Son muchas las familias que recuerdan el buen hacer de este profesional y pocos los que no han acudido a la consulta de su casa para recibir tratamientos.
Su labor profesional y su papel de concejal tres mandatos, uno de ellos como primer teniente de alcalde en el gobierno municipal de Manuel Torres, le han hecho ser una persona muy reconocida, respetada y querida en Loja. Su labor como representante público se remonta a las primeras elecciones democráticas en el 1979 siendo concejal con una UCD encabezada por su amigo Antonio Alcaide. Ese mandato lo lideró como alcalde el socialista Manuel Martín. No fue hasta el 1995 cuando vuelve a ser designado edil pero esta vez con labores de gobierno. A las órdenes del alcalde del Partido Popular, Manuel Torres, Tárifa fue teniente de alcalde de Hacienda. Su última legislatura fue la que va desde 1999 a 2003, estando en la oposición en el primer año de alcalde de Miguel Castellano.
Humilde y tímido por naturaleza, Tarifa intentó rehuir del premio Ibn al-Jatib al entender que su único valor había sido el cumplir con su cometido profesional. Aunque el galardón es del 2016 lo recibió en el 2017 con el apoyo de su mujer y familia. En ese mismo año también se premió a la Universidad de Granada.
En cuanto a su faceta como médico recuerda como en los 70 pidió el traslado a Loja desde la localidad de Válor. Tarifa siempre ha recordado con cariño su profesión y no se le ha olvidado ninguna cara de sus clientes. En sus últimos años, donde las mañanas se pasaban caminando y en su querido Casino, recordaba como las personas le paraban en la calle con cariño. Para él ese siempre fue su mejor premio.
Su vida política se inició siendo alcalde de Válor durante 9 meses, ya que pidió traslado a Loja dejando ese puesto. Tras ello recuerda como su afán de ayuda le llevó a participar de la política lojeña en el 1979. Dentro de su humildad, Tarifa se calificaba como mal político, aunque admitía que siempre había intentado ayudar a sus vecinos.