El pasado 28 de marzo se inauguró un nuevo proyecto social en Loja, la Escuela de Segunda Oportunidad del Patronato de San Ramón y San Fernando. Su objeto es promover la inclusión social de adolescentes y jóvenes en situación de vulnerabilidad y darle una segunda oportunidad para su formación e inserción laboral. Para ello se cuenta con dos educadoras sociales y una técnica laboral que permite ayudar en la consecución de ese objetivo.
El vicepresidente del Patronato, José Antonio Soto, explica que todo se desarrolla a partir de un plan de intervención a corto plazo con acompañamiento y tutorización individualizada. En el mismo, asegura el miembro de La Salle, se centra en dar apoyo emocional, autonomía y responsabilidad trabajando las competencias claves: lingüística, matemática, tecnológica, digital, sociales y cívicas. También se les ayuda a lograr competencias y habilidades personales como son conciencia de uno mismo, autoestima, confianza en sí mismo y motivación. No se olvidan tampoco de la realización de actividades de ocio y tiempo libre y aquellas de orientación profesional y acciones formativas prelaborales.
Soto reseña que en el pasado trimestre del curso se atendió a diez escolares del IES Virgen de la Caridad y Moraima. En la actualidad asegura que se han puesto en contacto con los centros de Primaria y Secundaria recibiendo una buena disposición por parte de las direcciones de los mismos. También mantienen contactos mensuales con los Servicios Sociales del municipio para derivar casos que se pudieran atender. Hasta el momento, y tras el reciente inicio del curso, se atiende a 11 usuarias y usuarios: 4 adultos reciben clases de español, dos menores reciben apoyo en un ciclo formativo de administrativo, tres de inserción laboral y oro del IES Moraima.
Para llevar a cabo esta Escuela de Segunda Oportunidad se pide el apoyo del voluntariado. Soto llama a la solidaridad de los lojeños para poder ayudar a jóvenes que necesitan encontrar un futuro mejor. “No hace falta tener muchas capacidades de formación para poder ayudar”, comenta el vicepresidente del Patronato convencido de que cualquier persona con interés puede sumar en el proyecto.
El presidente del Patronato y alcalde de Loja, Joaquín Camacho, destaca que su primer objetivo era sanear las cuentas de este organismo, algo que cree se ha conseguido gracias a la buena labor de Luciano García. Tras ello, asegura Camacho, llega el momento de “reorientar el Patronato para lo importante y es la oportunidad a los menores que se encuentra en una situación desfavorecida”. En esa labor, el presidente también agradece la labor de La Salle que lleva ya diez años trabajando y afirma que “se nota su impronta gracias a su vocación”.
Camacho pide a la población que se sume a esta escuela y que Loja demuestre de nuevo su solidaridad. “Todos necesitamos una segunda oportunidad pero más estos niños que en verdad es su primera oportunidad”, asegura. Por último reconoce la labor de las dos educadoras sociales y la nueva técnica que trabajarán al frente del proyecto. Las dos educadoras que iniciaron el programa el pasado curso recibieron un ramo de flores en señal de reconocimiento por su esfuerzo.