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sábado, 9 de noviembre de 2024

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Los lojeños ya pueden disfrutar del teatro Imperial

Ayuntamiento y Junta recepcionan las obras de rehabilitación del emblemático edificio que alberga restos nazaríes del siglo XV que podrán visitarse 

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Tras más de seis años de obras y no pocos problemas técnicos, los lojeños pueden disfrutar desde hoy miércoles del emblemático teatro Imperial.  La Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Loja han recepcionado de la empresa adjudicataria, Azuche 88, las obras de rehabilitación del edificio, que se ha sometido a una importante restauración que permite disponer de un espacio escénico de titularidad pública renovado y adaptado a las necesidades de la población. 

Representantes de las consejerías de Cultura y Fomento, el alcalde y varios concejales del Ayuntamiento y responsables de la empresa constructora han recorrido esta mañana las instalaciones del nuevo Imperial. El arquitecto autor del proyecto, Rafael Soler, ha sido el encargado de explicar los detalles de la actuación. Posteriormente, se ha procedido a la firma del documento que acredita que el edificio está en perfectas condiciones para ser utilizado. 

El alcalde de Loja, Joaquín Camacho, destacó que el edificio es “el único espacio teatral de Andalucía que alberga restos arqueológicos en su interior”. Además, subrayó la colaboración institucional entre Ayuntamiento y Junta para conseguir finalizar la rehabilitación del teatro y adelantó que el Área de Cultura ya está trabajando para llenar de contenido este nuevo espacio escénico de la ciudad. 

El teatro Imperial se construyó en la década de los 40 del siglo pasado por el arquitecto Prieto Moreno. Fue utilizado como sala de cine desde su creación. La intervención desarrollada ha tenido como objetivo modernizar el espacio existente para destinarlo a uso teatral con unas condiciones escénicas adecuadas. Con una capacidad aproximada de 250 butacas, el teatro crea un espacio próximo con el espectador con continuidad desde la grada a la escena. “El público está incorporado en una relación de igualdad, más democrática, a la escena, sin que aparezca esa estructura que diferencia el patio de butacas de los palcos”, explicó Rafael Soler.

El proyecto de rehabilitación suponía, según Soler, “un gran reto” porque “en un recinto relativamente pequeño para un cine, había que introducir un teatro que tiene una configuración espacial y funcional muy distinta”. 

La actuación ha conservado la fachada actual cuyos estucos y elementos decorativos guardan analogía con el emblemático cine Aliatar de Granada. El espacio interior se ha adecuado para complementar la estancia principal del teatro con una sala dedicada a ensayos. Tras esta reforma, el teatro podrá albergar actividades culturales tan diferentes como espectáculos de ballet, conciertos y obras de teatro. 

La actuación también ha contemplado la preservación de los hallazgos arqueológicos localizados en el subsuelo de la edificación. Los restos, pertenecientes a una alhóndiga del periodo nazarí datada en el siglo XV, se podrán visitar gracias a la adecuación de un área de exposición en el sótano del edificio, visible y accesible desde el área del vestíbulo. 

La planta baja alberga el vestíbulo general de acceso, la taquilla y la sala de teatro. Además, este nivel también acoge el escenario con plataforma, un acceso posterior y vestuarios colectivos. La planta primera está destinada prácticamente en su totalidad a la sala de teatro, aunque también aloja una sala de ensayos. El sótano se dispone en dos niveles: el primero acoge el foyer, guardarropa, ambigú, aseos y área de exposiciones de restos arqueológicos; y el segundo se emplea para instalaciones. 

La obra, que ha contado con financiación de fondos FEDER de la Unión Europea, ha supuesto una inversión global de algo más de cinco millones de euros. De esa cantidad, el 80% lo ha aportado la Junta de Andalucía (el 56% la Consejería de Fomento y Vivienda y el 24% la de Cultura) y el resto el Consistorio lojeño. 

Las obras finalizaron en noviembre de 2014. Hasta llegar aquí, la rehabilitación del Imperial ha pasado por un largo y dificultoso camino, con no pocos contratiempos. El convenio se firmó el 23 de diciembre de 2009. Las obras se adjudicaron a la constructora Cyes en julio de 2010 y comenzaron en noviembre del mismo año, pero a primeros de este 2014 el Ayuntamiento rescindió el contrato por incumplimiento de la empresa y tuvo que adjudicar la última fase a Azuche 88, que ha sido la encargada de concluir la reforma. 

La intervención se ha completado con la regeneración urbanística del entorno del teatro, con la renovación del pavimento de las calles Sagrario y Antonio López y la mejora de la zona delantera del teatro en la calle Real. 

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