El CIC El Pósito fue, el pasado martes 16 de febrero, el histórico escenario donde se desarrolló el reconocimiento de un personaje destacado de la cultura lojeña con proyección nacional. Se trataba de una de las actividades programadas por el Área de Cultura del Ayuntamiento de Loja, bajo la organización del cronista oficial de la ciudad, José Arenas Ropero, con motivo de la conmemoración del primer centenario de la muerte del poeta lojeño Francisco Jiménez Campaña.
En jornada tan memorable, ante la llegada del 18 de febrero, fecha en la que hace 100 años se produjo el óbito de este escritor que alcanzó la dignidad de académico numerario de la Real Academia Española, se glosó su figura literaria, social y pública gracias a las conferencias que ofrecieron el intelectual y familiar del homenajeado Juan Caro García, y el ya citado cronista oficial José Arenas, quedando para una próxima ocasión la que iba a impartir el profesor de la Universidad de Málaga y estudioso de Jiménez Campaña, Manuel Galeote, que no llegó a pronunciarse dado lo avanzada que iba la noche cuando le correspondía su turno. Entre el público se encontraba un buen número de familiares del literato y académico.
El concejal de Cultura, José Antonio Gómez hizo la presentación del acto, anticipando ya algunas referencias biográficas del homenajeado. El alcalde, Joaquín Camacho también tomó la palabra para reconocer el carácter de ilustre de Francisco Jiménez y reivindicar el papel que le corresponde al Ayuntamiento en aras de divulgar el saber y el quehacer de numerosos lojeños de prestigio que, sin embargo, no gozan del conocimiento social que se merecen.
Anunció el primer edil que en el transcurso del acto que se celebra hoy jueves en la plaza y ante la escultura de su nombre, se interpretará por primera vez el himno dedicado a la patrona de Loja por la profesora del Conservatorio de Música Marían Conde Chamorro; y aprovechó la ocasión para afirmar que en breve se editará una publicación con un resumen de la obra de Jiménez Campaña.
El primer orador, Juan Caro, recordaba los comentarios que en su juventud oía en su familia sobre el tío abuelo Francisco Jiménez Campaña, siempre elocuentes y elogiosos de su quehacer literario. A continuación pasó a describir en grandes rasgos el mundo en el que nació y vivió, deteniéndose fundamentalmente en los grandes episodios sociopolíticos que se produjeron en España entre mediados del siglo XIX y principios del XX.
Hay que recordar que en su niñez y juventud fue coetáneo del también lojeño General Narváez, siendo ministro o presidente del Gobierno de España.
A renglón seguido se dio paso a José Arenas, quien se centró en las notas biográficas más destacadas de este lojeño ilustre. Unas notas para las que, evidentemente hubo de hacer un trabajo de investigación y recopilación. Empresa que a priori le parecía cercana y fácil, yendo hasta los registros y archivos civiles y eclesiásticos, así como a las hemerotecas de la época y, como no, la fuente familiar que, sin duda, aportaría una información destacada.
Sin embargo, se tornó en una búsqueda un tanto compleja, toda vez que no aparecían datos registrales de carácter oficial a nombre de Francisco Jiménez Campaña que se correspondiera con las notas biográficas del sacerdote. Una circunstancia que le preocupaba sobremanera al cronista oficial, José Arenas y que, en el día de ayer miércoles, se ha aclarado de una forma inesperada.
Según informaba ayer de mañana José Arenas, unas horas después del acto celebrado en El Pósito, la sorpresa ha sido mayúscula cuando ha descubierto en la partida de nacimiento que los apellidos exactos del escritor lojeño son Jiménez Jiménez, de ahí la dificultad de encontrar sus referencias en el registro. Es el padre quien realmente se llamaba Francisco Jiménez Campaña, que fue concejal del Ayuntamiento de Loja entre 1868 y 1872, tal como pudo comprobar con la ayuda del archivero municipal, José Antonio Pelayo.
Con sentido del humor, José Arenas entiende que el sacerdote tal vez adoptó como nombre literario el de su padre, dada la profusión de personas apellidadas Jiménez.
A partir de ahí, el cronista oficial elaboró un detallado retrato de la sociedad lojeña en la que nació y creció el académico lojeño; y como no de su propia existencia, pasando por su juventud, su fervor religioso y sus relaciones con todas las instituciones de las ciudades por las que pasó a lo largo de su vida. No en balde sus dotes de oratoria y creación literaria, fundamentalmente la poesía, le granjearon una buena posición cultural que le llevó a ofrecer innumerables recitales, discursos y pregones por muchas entidades e instituciones.
También se refirió José Arenas a sus obras editadas, si bien no profundizó sobre este particular, puesto que esa era la misión que tendría el último conferenciante, Manuel Galeote, quien al final, dado lo avanzada que iba ya la noche, renunció a exaltar la figura del poeta lojeño esa jornada. Finalmente, tras conversación con el organizador de la conferencia, el profesor de la Universidad de Málaga accedió a venir próximamente a Loja para ofrecer la disertación que había previsto para esa velada.
Pero, sin duda, lo que más destacó el cronista lojeño fue la elección por unanimidad, por Alcalá de Henares, de Jiménez Campaña como académico correspondiente de la Real Academia Española. Episodio que dio paso también al reconocimiento en la prensa granadina de otro literato lojeño, Miguel de Toro y Gómez, que fue profesor universitario en París y en Buenos Aires.