Un universo abstracto y pictórico cercano a la naturaleza de ciertos paisajes “cósmicos”, logrados a través del color y las texturas. La artista uruguaya Cecilia Punzo trae estos días hasta El Pósito la muestra ‘ADN’, una propuesta conformada por obra cerámica no utilitaria en la que adquiere especial protagonismo el cuadro cerámico.
Cecilia Punzo lleva la cerámica a otro nivel, a la categoría de obra de arte. Frente a las tradicionales tinajas y ánforas artesanales, adquieren protagonismo piezas cerámicas artísticas en las que imprime su ADN, que define como “la parte ínfima de donde todo comienza, pequeños detalles que conforman un gran cuadro”.
Para Punzo, una pieza de barro por sí sola puede transmitir infinidad de cosas. Por ello, limpia todo aquello que sobrecarga una cerámica y la muestra tal cual es, sencilla pero llena de vida. “Un mismo cuadro puede ser todo lo que la cerámica involucra”, explica la artista.
Sus obras transmiten serenidad y tranquilidad, algo que consigue con colores como el cobalto, el cobre, el verde o el azul. De un mismo cuadro se pueden obtener muchos matices, dependiendo, por ejemplo, de la luz que incida sobre ellos.
La artista confiesa que su principal fuente de inspiración es la investigación. Bucea en libros y revistas, y también prueba nuevas técnicas en su taller. Punzo se ha dedicado a la cerámica desde sus comienzos. Para ella es un material “mágico”, ya que se utilizan tres elementos para hacer realidad sus obras: el agua, la tierra y el fuego.
La exposición ‘ADN’ puede visitarse en el CIC El Pósito hasta el 14 de marzo, de martes a viernes de 18 a 21 horas y los sábados de 10 a 12 horas.