Ángel David López López es el encargado de pregonar la Semana Santa lojeña de este 2015. El Corto de Loja ha hablado con él días previos a la cita, que tendrá lugar mañana sábado 7 de marzo en el nuevo teatro Imperial.
•¿Qué significa para usted ser el pregonero de la Semana Santa de Loja?
Es un orgullo que los cofrades de Loja se acuerden de mí para pregonar nuestra manifestación más importante, y también es una responsabilidad tremenda porque tienes que darlo todo. Hay gente que está esperando lo que vas a hacer y contar, y uno quiere hacerlo lo mejor posible.
•¿Cómo es el momento en el que le comunican que usted es la voz de los cofrades lojeños?
Me llama el padre Juan Carlos Hidalgo para decirme que va a proponer que sea yo quien dé el pregón, pero que tiene que hablarlo con el resto de párrocos y el grupo de hermanos mayores. Lo acojo bien, con sorpresa. Le dije que si ellos lo veían bien que estaba dispuesto a hacerlo.
•¿Imaginó alguna vez que usted podría ser el pregonero de esta celebración tan arraigada en Loja?
Lo puedes imaginar en un momento dado, porque ya he dado alguno anteriormente. Además, los cofrades no somos tantos y cuando se tiene que tirar de agenda hay una serie de personas que pueden ser candidatas a hacerlo. Pero tampoco era algo que me quitara el sueño, ni una ilusión que tuviera siempre en mente. No es algo indispensable.
•¿Cómo vive usted la Semana Santa de su pueblo?
La vivo de lleno como todo el mundo sabe. Soy miembro de la Real Cofradía de la Santa Vera Cruz del barrio de San Francisco y desde que tengo uso de razón estoy allí. Como cualquier cofrade que está en una junta de gobierno y que tiene ciertas responsabilidades, trabajando mucho. Es una labor que se realiza durante todo el año y el momento culmen es el día en el que tu hermandad sale a la calle.
•¿Cómo y cuándo comenzó a gustarle el mundillo cofrade?
Desde pequeño. No nací en una casa cofrade. Mis padres eran miembros de la cofradía pero tampoco participaban en demasía en los actos que se organizaban. Nací en el Paseo de Narváez y la hermandad se vivía muy de cerca. Ahí empezó todo. Al estar allí todo estaba circunscrito a la hermandad del barrio.
•¿Cuál ha sido el mejor momento que ha vivido como cofrade?
Han sido muchos. Desde ser el vestidor de tus Imágenes de toda la vida, la salida extraordinaria de la Virgen de los Dolores y la Santa Vera Cruz en 2007, la restauración de Jesús Preso… Y también muchos momentos personales como los vividos en Granada con la Virgen de la Caridad en la que iba con un sobrino mío. Son momentos bonitos que se quedan grabados.
Al estar dentro de la junta de gobierno se viven momentos que quizás el resto de hermanos no viven. Por ejemplo, Jesús Preso se restaura dos veces y esos procesos los viví muy de lleno quizás también por mi formación académica. Ves como a la Imagen, que presentaba muchas carencias, se le da una dignidad y una presencia que antes no tenía y eso como historiador del arte llena mucho y lógicamente como cofrade.
Como vicehermano mayor de la Caridad, el momento de la Magna Mariana de Granada fue muy importante, ver como el pueblo de Loja se da cuenta de que tiene una patrona maravillosa y se lo tienen que decir fuera de su casa.
•Usted es historiador del arte. Supongo que su profesión irá estrechamente unida a su devoción y su pasión por la Semana Santa…
Va estrechamente relacionado, aunque el arte abarca muchos ámbitos y no sólo es escultura. En cierto modo al final estas tratando imaginería y escultura que son obras de arte.
•Como profesional de la materia, ¿qué valoración hace de la imaginería que tenemos hoy día en Loja?
Desgraciadamente no es de una calidad máxima, pero no es culpa nuestra. En la época que nos tocó vivir los escultores eran los que eran. Si en los años 40 del pasado siglo XX no existía un Alonso Cano, ni un Juan de Mesa ni un Risueño lógicamente no tenemos más remedio que trabajar con lo que había en la época.
Hay ciertas hermandades que sin tener una buena obra han intentado mejorarla, como es el caso de la Virgen de la Soledad o Jesús Preso, y otras están apostando por enriquecer su imaginería, como lo está haciendo la cofradía de las Tres Caídas con uno de los grandes imagineros que hay en la actualidad. Pero creo que este tipo de cosas se deberían mirar con lupa. Las hermandades que tienen imágenes con menos pozo de antigüedad, dentro de la relativa antigüedad que tienen todas las imágenes de Loja, deberían plantearse que la calidad fuese lo mejor que pudiera ser.
•¿Cómo ve la Semana Santa de Loja de hoy día? ¿En qué punto cree que está?
Creo que está en un punto interesante. Aunque con carencias en enseres y calidad artística, es interesante porque hay mucho por hacer. Cuando se tienen muchas cosas, sea de la calidad que sea, eso te limita muchísimo. Al final los enseres de una hermandad tienen una importante carga sentimental, algo que le suma mucho pero también limita que se busque más la calidad. Creo que ahora es el momento de empezar a trabajar en eso, en la calidad, poco a poco, para llegar a un punto interesante manteniendo nuestra propia idiosincrasia.
•¿Qué cosas mejoraría?
Se deberían controlar muchas cosas. Quizás haya ya excesivas ‘corrías’ de incensarios. Es excesivo que en una misma hermandad hay tres diferentes. No debería haber una por imagen, sino a lo sumo una por hermandad. Eso sin tener en cuenta que históricamente sólo había tres, los incensarios de ‘La pescá’, los del Sepulcro y los blancos, y eran los que participaban en los distintos cortejos procesionales.
Tampoco se deberían hacer las cosas por hacer, sino plantearlas con más rigor y teniendo en cuenta a dónde queremos que la hermandad llegue y la idea general de lo que queremos que sea. Esa idea todavía no ha calado, vamos trabajando a lo más cercano, sin tener una perspectiva a más largo plazo. Si dejamos como herencia algo mediocre, el tiempo va a impedir que se cambie porque las cargas sentimentales van a pesar más que la calidad, y eso sería un problema. No teníamos una imaginería mediocre, por lo que no podemos dejar a los que vengan detrás una Semana Santa mediocre.
•¿Qué supone para usted esta celebración a través de los sentidos?
Me quedo con la imagen de la salida de mis Titulares, es lo que siempre me viene a la cabeza cuando se habla de Semana Santa. También con la comida de Cuaresma, la repostería de esta época, los pestiños, las magdalenas… todo eso que rodea esta celebración y que la hace peculiar. El incienso no puede faltar, y además rancio y fuerte que pique la garganta, nada de avainillado ni con olores a flores. Y en cuanto al tacto, me quedo con el de la cera.
•¿Qué puede avanzar de su pregón?
Voy a pregonar la Semana Santa de Loja en su totalidad, destacando sus virtudes. El pregón es el lugar donde se exalta y todo cofrade sale contento de él porque se siente identificado. Tiene que ser justo y paritario con todas las hermandades.
•¿Se atreverá con la poesía?
Algunas rimas sonarán, aunque uno no es poeta ni va de ello. Dependiendo del momento habrá lugar a la poesía o a la rima, pero la mayoría será en prosa.
•¿Con quién va a contar para realizarlo?
Va a participar la Banda de Música de Loja. La banda de tambores y cornetas Flor entre Espinas no participa, no porque no hayan querido, sino porque tenían otro compromiso adquirido. También habrá otras sorpresas que saldrán durante el pregón.
•¿Cómo será la puesta en escena del pregón?
No va a ser una puesta en escena espectacular ni complicada, sino íntima, recogida, en la que lo que prevalezca sea mi relato y la música.
•¿Cómo invitaría a los cofrades lojeños a que acudan a verle?
Si pensamos que nuestra Semana Santa es importante, apoyando los actos comunes a todas las hermandades es donde la hacemos grande y se hace visible nuestra presencia. Quien quiera disfrutar de la Semana de Pasión y de lo que para mí significa los cito el día 7 de marzo.
