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sábado, 5 de octubre de 2024

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Bonachera - Roscos de Loja

El Teatro Imperial vibra por el gran cante y la mayor emoción que se produjo en el homenaje a tres “Flamencos lojeños de siempre”

José Luque, Antonio “El Calero”y Paco Olid reciben el reconocimiento de sus paisanos y el de una gran figura del cante como es Juan Pinilla

La noche reunía todos los elementos como para ser una magnífica velada de cante hondo: un lugar extraordinario como el Teatro Imperial, unos artistas lojeños de talla como son José Luque, Antonio Moreno “El Calero” y Paco Olid, la maestría y la capacidad de penetrar en las fibras sensibles de Juan Pinilla, unos buenos guitarristas y una incipiente coplera, pero sobre todo, por encima de los acordes que se elevaban por el escenario hasta embelesar al público, estaba la emoción por el merecido homenaje que el pueblo de Loja, y en su nombre la Peña Flamenca Alcazaba y el Ayuntamiento de la ciudad, rendía a los tres veteranos flamencos.

Con un aforo medio pero vivamente interesado por disfrutar de la velada, por las tablas del Imperial fueron sucediéndose las actuaciones de Luque, Olid y “El Calero”, así como las de una cantante de copla lojeña, hasta ahora desconocida en los escenarios de la ciudad, como es Raquel Lizana. Y con luz propia y embrujando al respetable con su talento, su voz privilegiada y su derroche de entusiasmo y capacidad de comunicación, Juan Pinilla, que una vez más dejó boquiabiertos a los aficionados.

Las actuaciones individuales dieron paso, ya casi al final de la noche, a un mano a mano de fandangos que fueron interpretando los cuatro cantaores. En primer lugar lo hacía José Luque, seguido de Paco Olid, terciaba el veterano Antonio Moreno “El Calero”y resolvía con maestría Juan Pinilla

En todo momento, los artistas contaron con las soberbias guitarras de Antonio Moreno “Hijo” y el guitarrista habitual de Pinilla, David Caro. Como se pudo comprobar a lo largo del encuentro, no hubo baile, que se había previsto días antes, a cargo de Carmen Vílchez y la joven nieta de Paco Olid.

Así totalizaron un par de rondas que fueron muy aplaudidas por el público hasta que llegó la hora de la entrega de placas conmemorativas y las palabras de agradecimiento y reconocimiento del presidente de la Peña Flamenca Alcazaba, Antonio Cáceres, quien prometió seguir organizando más acontecimientos como este para impulsar y potenciar el flamenco en Loja, recogiendo así el guante que unos minutos antes le había lanzado Juan Pinilla.

Y las palabras del alcalde de la ciudad, Joaquín Camacho, felicitándoles por su trayectoria, por su esfuerzo, por su tesón, por su valía artística y por la diligencia que siempre han mostrado para su pueblo, actuando cada vez que se les ha requerido de forma totalmente altruista. “Hoy -digo Camacho- también se hace más grande el flamenco en Loja, porque reconocer a quienes lo hacen posible y lo elevan es una manera de contribuir a su proyección y desarrollo”. Al mismo tiempo, el alcalde reconoció que “ya era hora de que se hiciera este homenaje a estos “Flamencos lojeños de siempre”.

El público, con sus aplausos, corroboró todas y cada una de las palabras que se habían pronunciado esa noche especial y mágica en el Teatro Imperial.

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