El ‘hispanismo’ se refiere al estudio de la cultura, lengua e historia de los países de habla hispana, especialmente por parte de personas no nativas de esas regiones. Se puede entender como un campo de estudio académico, pero también como un movimiento social o cultural que valora y promueve la cultura hispana. Dentro de este movimiento, el profesor de dibujo de la Universidad de Granada, Fernando Luque, hace, a través del género del grabado, un gran trabajo de reflexión filosófica ligado a la base de cualquier civilización: el modelo de producción agrícola y ganadero.
El Museo de Anita Ávila acoge una exposición temporal con cuatro estampas creadas al agua fuerte y grabadas sobre acero por este artista que engloban motivos calcográficos con temáticas ecuestres. Bajo el título de ‘Cartujanas’, en referencia a las yeguas de los grabados de raza procedente de Cartuja de Jerez de la Frontera, Luque hace un homenaje a la base de cualquier civilización: la ganadería y la agricultura. El autor explica la técnica, que se trabaja con un punzón y el uso de diferentes elementos químicos, y que permite crear estas decorativas tablas que son la plancha para conseguir el dibujo.
El autor, nativo de Casabermeja, refleja dibujos donde el protagonismo lo tienen las yeguas de la ganadería Romero Benítez, a cuyo frente se encuentra Agustín Alcántara. En la obra se defiende el titánico trabajo de Alcántara, que no se deja guiar por las nuevas modas de los patrones raciales, que también han llegado al buque insignia de la ganadería del país, el caballo de pura raza española. Se quiere reflejar el arduo trabajo de reconsolidación de la yeguada Romero Benítez, cuyos animales se disgregaron internacionalmente a finales del siglo pasado.
Bajo el título de ‘Cartujanas’, en referencia a las yeguas de los grabados de raza procedente de Cartuja de Jerez de la Frontera, Luque hace un homenaje a la base de cualquier civilización: la ganadería y la agricultura.
“Con esta obra pretendo rendir el merecido tributo y honrar a la tradición clásica hecha carne que suponen estos animales, en los que bien pudiéramos ver el retrato ecuestre de Marco Aurelio o el mismísimo Jinete de Artemisio” ha explicado el artista que por otro lado defiende un modelo de cría. “Las yeguas de Agustín se encuentran en estado de libertad, donde carean libremente el pasto con el que producen la rica leche que alimenta a sus potros”, comenta Luque que también matiza el motivo de retratarlas en periodo estival. “Las yeguas se ven como deben verse en verano, tras haber criado a sus potros y comer lo que deben, el pasto de la tierra. Con frecuencia en el mundo del caballo se da la paradoja de cebar a los animales con piensos y granos con altos niveles de azúcar, bombardeando su metabolismo, que no evolucionó para soportar dicha carga”, defiende el autor de estas estampas.
Anita Ávila ha agradecido la puesta en marcha de esta exposición y reconoce que es importante que en el museo se puedan ver todo tipo de muestras artísticas. La lojeña ha reseñado el amor por el campo del autor y su defensa de la ganadería y la agricultura. “Esos aprendizajes que él cogió en el campo le sirvió para su carrera”, ha enfatizado Ávila muy satisfecha con esta nueva exposición temporal que se podrá ver durante las próximas semanas en su museo.