Las salas expositivas del Pósito han vuelto a llenarse de arte. Tras el paréntesis veraniego, el histórico edificio que acoge el Centro de Iniciativas Culturales abrió de nuevo sus puertas al público con la primera exposición de la temporada, bajo el título ‘Residuos de la imagen’, una propuesta del artista valenciano, afincado en Murcia, Antonio García López.
Más de medio centenar de obras -collages y piezas pictóricas- componen un recorrido que habla de consumo desmedido, desigualdades, migraciones y de un presente marcado por la polarización. Una muestra que, como subrayó el concejal de Cultura, José Antonio Gómez, “mezcla lo artístico con lo ético, invitándonos a mirar de frente la realidad en la que vivimos”.
El edil destacó, además, la trayectoria del creador, del que dijo que “Antonio no solo es un artista con exposiciones dentro y fuera de España, también es profesor, doctor en Bellas Artes y referente académico en la Universidad de Murcia”.
El propio García López confesó sentirse sorprendido por el espacio cultural lojeño, ya que “había visto imágenes, pero no es lo mismo que estar aquí. El Pósito es un edificio histórico al que se le ha dado vida y que permite un diálogo fantástico con el arte”.
Agradecido por la acogida, el artista explicó que reunir estas series le ha permitido confrontar trabajos de distintos momentos, porque “mis obras siempre se crean al pie del cañón de la actualidad. Hablan de las crisis económicas, de la inmigración, de las guerras o del propio consumismo. Lo que la sociedad desecha puede tener una segunda oportunidad”.
En las salas del Pósito se suceden los contrastes: caricaturas con humor ácido conviven con piezas de fuerte carga social; retratos enmarcados en bolsas de supermercado denuncian el “consumidor convulsivo” y collages sobre la inmigración o la guerra de Ucrania se convierten en símbolos que, como recordó el autor, buscan lo que “los medios no siempre logran que la memoria permanezca más allá de la estadística y la noticia efímera”. Todo realizado, a través de técnicas pictóricas diferentes, pigmentos oxidables, donde lo que prima es “el recorte de tijera”, explicó García.
En palabras de su autor, que estos días también exhibe otro trabajo expositivo sobre la DANA que sufrió directamente, “hay que tener un mensaje de esperanza frente a la vorágine de un mundo que nos deshumaniza, aún hay gestos de solidaridad capaces de abrir un camino. El arte debe contribuir a mantenerlos vivos”.
La comisaria de la exposición, la profesora de la Universidad de Granada Gloria Rodríguez, destaca que de este trabajo artístico nace “una iconografía propia que interpela al espectador y los sitúa en un territorio inestable, entre la familiaridad de lo inmediato y la extrañeza de los inesperado”.
La muestra se puede visitar en las salas del Pósito hasta el 11 de octubre, en horario, de martes a viernes, de 18 a 21 horas, y los sábados, de 10 a 12 horas.
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