El binomio mayor y brasero suelo acarrear, en ocasiones, malas consecuencias. Esa excepción es la que se vivió por poco el pasado domingo en la Calle Marqués de Sales de Loja donde una octogenaria salvó la vida tras prenderle el brasero su vivienda. La rápida intervención de los vecinos, que la avisaron al ver la humareda por el patio trasero, posibilitó que la mujer saliera por su propio pie mientras ardía su salón.
El suceso se produjo en torno a las 8:30 horas de este pasado domingo cuando se alerta del incendio en una vivienda de dos plantas en esta calle ubicada tras el barrio de Plines. Al acudir miembros de la Policía Local y la Guardia Civil comprueban que la propietaria se encuentra sana y salva en casa de una vecina e intentan apagar el fuego con cubos de agua sin mayor éxito. El fuego se propaga con rapidez y el humo llena toda la vivienda.
Pero el mayor de los peligros ya había pasado gracias a la acción de los vecinos. Fue uno de ellos quien se percató del humo que salía por la parte del patio y decidió avisar a otros vecinos para que se diera la voz de alerta y se llamará a los Bomberos. Sin más demora el vecino llamó con insistencia a la puerta de la vivienda incendiada, logrando que la anciana despertara y huyera del fuego.
El hecho de que la mujer tuviera cerrada la puerta del salón hizo que el humo no le llegara hasta su dormitorio. De haber dormido en la segunda planta las consecuencias hubieran sido otras al subir el humo con gran virulencia hasta esas estancias. La mujer fue acogida en casa de una vecina que le facilitó ropa al haber tenido que salir con lo puesto.
Los agentes de ambos cuerpos esperan a la llegada de los Bomberos con la preocupación de no saber si había más personas en la planta superior. Tres miembros de los Bomberos acuden a la llamada y ante las dudas de que pudiera estar una persona más en el interior se la juegan subiendo a la segunda planta. A pesar de la intensa humareda, según el Jefe de Bomberos, deciden subir debido a que con los nervios, los familiares no se percataron de que la mujer que echaban de menos estaba fuera de peligro e insistían en pedir su rescate.
A pesar de esas dudas, la búsqueda no fue del todo infructuosa ya que los Bomberos sacaron del interior a un perro que sufría una parada cardiorrespiratoria. Tras atenderlo, los propios Bomberos salvaron la vida del can. Finalmente extinguieron el fuego que dejó importantes daños materiales al propagarse del brasero al sillón y el resto de muebles del salón. Tras comprobar que no había más personas en el interior, todo quedó en un gran susto sin, en esta ocasión, mayores consecuencias.