Apenas fueron necesarios cincuenta y cinco minutos, pero en ese breve espacio de tiempo, una tormenta de verano dejó en Loja un total de 29,5 litros de lluvia por metro cuadrado, que vino acompañada de abundante aparato eléctrico y fuertes bocanadas de aire.
El fenómeno meteorológico tuvo lugar el pasado sábado por la tarde, entre las seis menos cuarto y las seis y cuarenta, aproximadamente y en su transcurso se originaron numerosas riadas por las calles más inclinadas de la ciudad, dejando gran cantidad de barro a su espaldas, se anegaron bajos y sótanos e incluso produjeron la caída de ramas o de los toldos instalados por el Ayuntamiento para la feria de día en las plazas de la Constitución y de Joaquín Costa. Precisamente, en esta última y con bastante probabilidad a consecuencia de una racha de viento, los toldos presionaron sobre las tirantes que los sujetaban y arrancaron de cuajo la reja vertical de una ventana abalconada y de los pilares que sujetaban una barandilla situada sobre la puerta califal de Jaufín, a espaldas del camarín de la emita de la Virgen de la Caridad.
Afortunadamente tanto este suceso como otros no produjo daños personales.
Posiblemente estas adversas condiciones meteorológicas pudieron influir en el accidente que se produjo a las siete menos siete minutos de la tarde en la autovía A-92 a la altura de Riofrío, justo en el punto kilométrico 185. Un vehículo se salió de la vía y volcaba sobre la calzada, lo que provocó el cierre de los dos carriles de la autovía en sentido Sevilla, entre las siete y media y las nueve de la tarde del sábado.
Hasta el lugar de los hechos se trasladaron efectivos sanitarios del Hospital de Loja, agentes de la Guardia Civil y bomberos del Parque de Loja, que rescataron al conductor.