El secretario general de Infraestructuras del Ministerio de Fomento, Manuel Miño respondía ayer en la Comisión de Fomento del Congreso a nuevas preguntas sobre la llegada del AVE a Granada y su consecuente paso por Loja. Así, preguntado por el diputado socialista granadino Manuel Pezzi, el secretario general recalcó que el “objetivo y la prioridad” del Ejecutivo es que los granadinos “tengan Alta Velocidad” y que la conexión con Madrid se realice en “menos de tres horas”. “El Gobierno está comprometido con ello y será realizado en el plazo más breve posible”, subrayó el responsable de Infraestructuras.
Con respecto a la variante de Loja, Miño indicó que el Ministerio trabaja en el proyecto y recordó el estudio que definía una “solución compleja, llena de problemas técnicos y muy cara” y que luego se modificó, pero hizo hincapié en que esa solución necesita una inversión de 400 millones para reducir tiempo de viaje en solo cinco minutos.
Según Pezzi, el representante del Ministerio no ha ofrecido respuestas ni fecha para la llegada del AVE a Granada y ha incidido en que la integración en la capital y la nueva estación no sólo es responsabilidad única del Ayuntamiento, sino que se trata de una obra de interés general del Estado que ha de contar con el acuerdo y el consenso entre el propio Ministerio, el Ayuntamiento, la Junta de Andalucía y colectivos ciudadanos.
Por su parte, el senador socialista Juan Manuel Fernández se mostró ayer muy sorprendido al saber que el Ministerio de Fomento invertirá 1.100 millones de euros para la llegada del AVE a la provincia de Orense mientras que en Granada se cuestiona la inversión de 400 millones en Loja para que el AVE llegue a la ciudad en doble vía electrificada y de ancho internacional. Fernández dijo darse la circunstancia de que Orense es una provincia con una población de 333.000 habitantes, o lo que es lo mismo la tercera parte de la población de Granada, eso si está en Galicia, comunidad gobernada por el PP y de la que son naturales el Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy y la Ministra de Fomento, Ana Pastor.