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sábado, 27 de julio de 2024

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Bonachera - Roscos de Loja

“Si hubiera más unión entre todas las cofradías tendríamos una Semana Santa mejor”

Entrevista a José Moya Flores, pregonero de la Semana de Pasión lojeña 2017

El Portavoz Del Grupo Municipal Vox, Jesús Lobato. Foto: Cedida

Ha trabajado y luchado intensamente en primera línea y durante muchos años para hacer nuestra Semana Santa aún más grande, en tiempos en lo que las cosas no eran nada fáciles. El pregonero de este año, José Moya Flores, tiene un amplio historial en el mundo ‘semanasantero’ lojeño. Fue uno de los fundadores –y presidente- de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Loja. Durante más de tres décadas ocupó el cargo de vicepresidente de la Hermandad del Santo Sepulcro y Nuestra Señora de la Soledad. En 2011 obtuvo la ‘Naveta de honor’ de la Semana Santa lojeña. 

De nuevo se hace justicia con usted, los cofrades lojeños le han otorgado el privilegio de pronunciar el pregón de nuestra Semana Santa. ¿Qué supone para usted este reto? ¿Cómo lo afronta?

Lo afronto con preocupación. Es un reto pero también es una satisfacción muy grande. Quiero estar a la altura de la Semana Santa de Loja. He contribuido a engrandecerla aunque hace diez años que dejé mi cargo. Luchar por la Semana Santa es una de las cosas más grandes que me han pasado en la vida, aparte de mi familia: me siento satisfecho de lo que he podido aportar. 

¿Cómo le comunican que usted es la voz de los cofrades lojeños y qué reacción tuvo?

La verdad es que me lo pensé. Vino a comunicármelo, entre otras personas, Juan Carlos Hidalgo Zúñiga, párroco de la Encarnación. Me encontré reacio a dar el pregón sobre todo porque es una responsabilidad muy grande, y a mí no me gusta quedar mal ante nadie y menos ante un evento tan grande. 

Con toda la experiencia que tiene a su espalda, seguro que mal no puede quedar…

Voy a intentar hacerlo lo mejor posible, lo mejor que sé, y luego la gente dirá si ha estado bien o mal. Voy a hablar, simple y llanamente, de nuestra Semana Santa. 

¿Imaginó alguna vez que usted podría ser el pregonero de esta celebración tan arraigada en Loja?

No se me ha pasado por la mente jamás. Lo más remoto que imaginaba es ser pregonero de la Semana Santa. Me ha costado mucho trabajo lanzarme, he estado sin dormir algunas noches, y las que me quedan hasta que lo dé. 

¿Cómo vive usted la Semana Santa de su pueblo? Antes en primera línea, y ya digamos que de una forma más reposada… 

Ahora más reposada porque mis rodillas no me dejan. Ese fue uno de los motivos por los que dejé de estar activo en la Semana Santa. Quisiera hacer el recorrido por la noche el Viernes Santo, salir en La Borriquilla… La verdad es que se echa de menos. Desde el año 1974 he hecho de vestidor de imágenes, he arreglado tronos, he salido de ‘armao’ del Sepulcro… Por cierto, en el único año que ha salido el sábado por la tarde. De horquillero no he salido nunca, porque mi estatura no da para eso (risas). 

¿Cómo y cuándo comenzó a gustarle el mundillo cofrade? ¿Le viene de familia?

No, en mi familia no ha habido ningún ‘semanasantero’, excepto mi cuñado Paco que se apuntó primero al Santo Sepulcro y fue el que nos arrastró a los otros cuñados a apuntarnos a la hermandad. Y desde ahí hasta hoy, que perteneceré a ella hasta que me muera. 

Usted fue uno de los fundadores de la Agrupación de Hermandades y Cofradías. ¿Cómo surgió la idea de crear este ente y cómo fueron los primeros pasos?

Los primeros pasos fueron muy difíciles. Lo bueno que teníamos es que estábamos unidos, teníamos diálogo y también ganas de trabajar. Y eso creo que es fundamental para que las cosas salgan adelante. Nos juntamos unos cuantos amigos con ganas de levantar la Semana Santa. Hicimos unos estatutos, de alguna forma empezamos la casa por el tejado, porque prácticamente ninguna hermandad por aquellas fechas tenía los propios. Y por eso, nos los echaron para atrás. Pero a partir de ahí todas las cofradías cuentan con sus propios estatutos. 

Supongo que no fue fácil crear esta institución, que uniera a todas las hermandades, cada una con sus propias características y circunstancias…

Las personas que pusimos en marcha la Agrupación teníamos una unión muy grande. Loja se merecía tener una Semana Santa mucho mejor. Cuando lees lo que teníamos antes, nuestra historia… había que intentarlo para recuperar el máximo de esplendor. Gracias a eso estamos en el momento que estamos. 

Hoy día la Agrupación no pasa por buenos momentos. Está regida por una junta gestora y de momento no hay fecha para unas elecciones que la doten de una junta directiva. ¿Qué le parece esta situación?

Me parece lamentable. Una persona sola no hace nada, tampoco una sola hermandad. Debe haber una unión entre todas las cofradías porque entre todos se pueden hacer muchas más cosas, dialogando y trabajando conjuntamente. Es algo sacrificado, porque estás mucho tiempo fuera de casa y la familia tiene que comprenderlo, pero al final se trabaja por una Semana Santa más digna que la que teníamos antes. Creo que hemos llegado hasta aquí por falta de voluntad de trabajo y unión entre las hermandades. 

¿Siente pena al ver que algo que ha creado usted está de esta forma?

Siento pena, pero yo no la he creado, he estado acompañado por muchas personas que han trabajado mucho. Yo sólo he sido el que ha dado la cara. Entre todos se pueden hacer muchas cosas. 

¿Cree que la Agrupación tiene vigencia en la actualidad?

Habría que darle una revisión en profundidad, pero es complicado. Sobre todo por lo que he dicho antes, porque no hay diálogo ni unión. Sería bonito trabajar a nivel global, sería mejor para los lojeños y para nuestro pueblo. 

La Agrupación que usted presidía también se encargó de crear una nueva hermandad, la de ‘La Borriquilla’. ¿Cómo surgió la idea de sacar un nuevo trono a la calle? Supongo que no fue nada fácil.

Lo primero que fomentó la Agrupación fue los carteles y los libros de Semana Santa, porque antes no había. Respecto a ‘La Borriquilla’, creamos la hermandad para que los pequeños se iniciaran en la Semana Santa, fomentando su cariño y devoción hacia las Imágenes. Creíamos que esta iconografía era la más ideal para ellos. Le dimos un recorrido novedoso, trascurriendo por una zona de Loja muy poblada y por donde no pasaba ninguna hermandad hasta el momento. Creo que tuvo una gran aceptación. El gentío que se formaba en esa zona de Loja sólo se veía un Viernes Santo. Hoy por desgracia no es así tampoco…  

Otra de las hermandades que siempre lleva en el corazón, su hermandad propiamente dicha, es la del Santo Sepulcro. Tres décadas trabajando por ella, ahí es nada. ¿Cómo fueron esos años?

Muchos años con mucha actividad, en los que la hermandad ha progresado más que en toda su historia. De no tener apenas hermanos a los 300 que tenemos hoy, también los tronos que tienen hoy día ambos titulares, la corona de la Virgen –que fue una donación de una hermana-. Poco a poco íbamos pudiendo hacer más cosas, sobre todo gracias a personas que se han sacrificado por la hermandad. 

¿Cómo era posible compatibilizar el trabajo de la hermandad del Sepulcro, que ya de por sí tiene lo suyo, y sacar otro trono a la calle, ‘La Borriquilla’, y ocupar la presidencia de la Agrupación?

Imagínate la de noches que llegué tarde a mi casa, la de viajes… Era trabajo y mucho trabajo, pero era algo que me gustaba y veía con mucha satisfacción el progreso que estábamos consiguiendo. Hoy estoy muy contento de ver la Semana Santa que tenemos. 

¿Qué significa para usted la hermandad del Santo Sepulcro y Nuestra Señora de la Soledad?

La verdad es que me emociono un poco al hablar de ella. Aparte de ‘La Borriquilla’, que la tengo como una “hija”, a los dos titulares de la hermandad los tengo como unos “padres”. Es lo más grande que hay, sin desmerecer al resto de hermandades. 

¿Cuál ha sido el mejor momento que ha vivido como cofrade?

El mejor momento es quizás el primer día que salió ‘La Borriquilla’ a la calle. Ni mis compañeros ni yo nos esperábamos tanta gente. Fue muy satisfactorio ver el gentío que había por todos sitios acompañando a Jesús. 

¿Cómo ve la Semana Santa de Loja de hoy día? 

(Silencio). Me haces una pregunta difícil. Creo que la Semana Santa, como todo, son ciclos. No creo que estemos en un ciclo de resurgimiento y esplendor, como en años pasados, sino que la veo un poco estancada. También es difícil que siempre esté subiendo. Pediría a mis amigos cofrades que luchen por la Semana Santa porque es en beneficio de todos y de nuestro pueblo. Sobra individualismo y falta unión, así al menos lo veo yo. 

¿Qué supone para usted esta celebración a través de los cinco sentidos? 

La Semana Santa sabe a bollos, a magdalenas, incluso a aguardiente. Huele sobre todo a incienso. En cuanto al tacto, me evoca a la cera de las velas. Se me viene la imagen de ‘La Borriquilla’ y del Sepulcro y me quedo como sonido el postor mandando a los horquilleros y también con las sátiras de los incensarios. 

¿Qué puede avanzar de su pregón? ¿Cómo lo tiene estructurado?

Lo tengo estructurado en partes. En una hablo de la Semana Santa antigua, un breve repaso de cuándo empezó y de cómo era en los siglos XVII y XVIII. Era la envidia no sólo de pueblos similares a Loja sino también de capitales. He repasado muchas veces el pregón, hasta que dije “hasta aquí he llegado”, no repaso más porque cada vez quitaba algo, movía y ponía cosas nuevas…

¿Con quién va a contar para realizarlo?

Contaré con la Banda de Música de Loja para que toquen el ‘Stabat Mater’ y el ‘Miserere’, la banda ‘Flor entre Espinas’, algún incensario… Todavía no está todo definido. 

¿Cuánto tiempo lleva preparándolo? 

Me ha llevado en torno a una semana. Simplemente voy a hablar de la historia de la Semana Santa de Loja, y de ciertas anécdotas y agradecimientos a personas que han trabajado en la etapa en que yo he estado.

 

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