El estado de ruina de la conocida como ‘Casa del Marqués’ continúa pasando factura. Pasadas las 14:30 horas de hoy, parte de la cubierta de este inmueble señorial se ha venido abajo, aunque sin causar daños ni materiales ni personales. Se trata de parte del tejado que da a la carrera de San Agustín. Los escombros han caído hacia el interior del inmueble, y descansan sobre la segunda planta.
Aviados por los vecinos, inmediatamente acudieron tanto los Bomberos de Loja –con tres camiones de grandes dimensiones- como la Policía Local, así como arquitectos municipales para valorar lo sucedido. Parte de las vigas del inmueble se han quedado colgando en el interior, por lo que los trabajos de los efectivos y también de los miembros de la empresa que se estaba encargando de la seguridad y conservación del inmueble, han consistido en retirar por completo parte de las zonas desprendidas. Para ello ha sido necesaria la intervención de una grúa de grandes dimensiones. Con su pluma se han derribado los restos que comprometían la seguridad del inmueble, fundamentalmente vigas del tejado que han sido retiradas “para evitar que ejercieran presión y provocaran el desplome de la fachada”, explicó el concejal de Urbanismo, Joaquín Ordóñez. Posteriormente, Bomberos y arquitecto municipal han inspeccionado el edificio desde arriba, con la ayuda de la escala de uno de los camiones.
Este derrumbe ha provocado el desalojo preventivo de tres personas de una casa anexa por riesgo de nuevos desprendimientos. Se trata de la vivienda ubicada enfrente de la afectada, y a la que se accede desde la misma Cuesta Campos. Además, se ha procedido a vallar este vial completamente, para impedir el tránsito tanto de vehículos como de peatones.
Esta actuación de urgencia forma parte de las acciones que el Ayuntamiento tenía previsto hacer en las próximas semanas y que han sido autorizadas por la Consejería de Cultura. Según explicó el alcalde Joaquín Camacho, estos trabajos van a consistir en el saneado de la parte superior de los muros de la fachada superior, la estabilización del resto de los muros de fachada y de los elementos estructurales, además de la limpieza y desescombro de los residuos de construcción.
“Vamos a cumplir escrupulosamente la resolución de Cultura”, apostilló el regidor lojeño, quien explicó que esta semana se han realizado los trámites de contratación de la empresa que se encargará de estos trabajos. En los próximos días comenzarán sus trabajos “con el objetivo de volver a la normalidad lo antes posible”.
Además, Camacho criticó con dureza las leyes que protegen los edificios antiguos del casco histórico lojeño: “Este inmueble es el ejemplo del estado del casco histórico de Loja; es muy grave que se esté cayendo sin que Cultura nos autorice a actuar de ninguna manera”, denunció.
En este inmueble en concreto, la intención del Consistorio era su derribo completo y su posterior construcción, respetando su fisonomía. “Ahora que tenemos recursos económicos para actuar, Cultura no nos deja. Le pedimos lealtad institucional para solventar este problema”, exclamó Camacho. En cualquier caso, según el regidor, los trabajos de rehabilitación costarán “el doble” que si el inmueble se levantara de nuevo.