San Isidro de Loja se presenta en Fruit Logística 2025 que se celebra estos días en Berlín vendiendo principalmente el espárrago verde, pero también la calidad de su aceite de oliva. La cooperativa lojeña es todo un referente en innovación ecológica y sostenibilidad dentro del sector agroalimentario. Con una sólida trayectoria en el respeto al medio ambiente, sigue implementando soluciones avanzadas para optimizar sus procesos y mejorar la calidad de sus productos.
La cooperativa está en contacto con nuevos clientes, algunos ya cerrados en la feria Fruit Atraction de Madrid, tal y como indica su presidente, Indalecio Cáceres. Hace un balance positivo de la feria, pero lamenta que desde el covid se encuentra “estancada”.

Entre sus principales iniciativas sostenibles, destaca el uso de compost propio, fabricado a partir de los residuos generados por su actividad como almazara de aceite de oliva y los restos producidos durante la manipulación del espárrago. Esta práctica no solo reduce la cantidad de desechos, sino que también enriquece el suelo y potencia la calidad de los cultivos, promoviendo un círculo virtuoso en sus fincas.
La sostenibilidad también es un aspecto clave en su energía, ya que la cooperativa ha incorporado un parque solar en sus instalaciones. Este sistema de energía renovable contribuye a disminuir su huella de carbono, promoviendo la autosuficiencia energética y reduciendo significativamente los costes operativos.
Además, en un paso hacia la modernización tecnológica, San Isidro de Loja ha implementado una línea automatizada de inteligencia artificial para la clasificación de productos. Esta tecnología no solo mejora la eficiencia de la producción, sino que también ha servido para paliar los desafíos derivados de la escasez de mano de obra durante los picos de la temporada, elevando así la calidad y consistencia de sus productos.
La gestión responsable del agua es otro pilar fundamental de la cooperativa. A través de un uso eficiente de este recurso, tanto para el riego como en los procesos productivos dentro de sus instalaciones, San Isidro contribuye a la preservación de los recursos hídricos y mantiene un equilibrio en su producción agrícola, favoreciendo un modelo sostenible a largo plazo.