Lo que en un principio se vislumbraba como un nuevo desencuentro entre el Equipo de Gobierno y el PSOE, al final se tornó en un acuerdo positivo para la ciudad. ‘Populares’, socialistas y el concejal no adscrito Alejandro Ronda votaron a favor ayer noche de trabajar unidos para la reforma de la histórica calle Real y su entorno. Una actuación que, según acordaron, no sólo incluiría un ‘lavado de cara’ del vial -que presenta deficiencias en aceras y saneamiento- sino que va mucho más allá, buscando soluciones al problema de habitabilidad de la zona y pidiendo a la Junta que la normativa que protege el centro histórico sea menos restrictiva.
El acuerdo se basó en una moción presentada por el PSOE, que pedía la rehabilitación “integral” de la calle Real y también del Mesón de Arroyo con el objetivo de subsanar sus deficiencias, embellecer la entrada al casco histórico y dar apoyo a los comerciantes de la zona. El portavoz de la formación, Juan Francisco Mancilla, abogó por incluir la actuación en el próximo presupuesto municipal porque, dijo, “es primordial”, a la vez que dejó en manos de los técnicos el diseño del proyecto y la solución que se daría a una hipotética reducción de plazas de aparcamiento. También tendió la mano al resto de grupos para que aportaran sus propuestas y sacar adelante así su iniciativa.
El concejal Alejandro Ronda no vio prioritario el arreglo de esta calle “cuando otros viales de Loja, dijo, se encuentran en peor estado y además tenemos un presupuesto muy limitado”. Argumentó que el pasado mes de noviembre ya se actuó en su asfaltado y que el próximo PFEA se encargaría de construir acerado en una parte del Mesón de Arroyo. Afirmó estar de acuerdo en revitalizar el casco histórico, pero, adujo, “el problema no es asfaltar”.
Por su parte, el alcalde de Loja, Joaquín Camacho, reconoció que la calle Real necesita de una actuación integral “porque tiene viviendas muy deterioradas, muchos solares y problemas de despoblación”, por lo que, afirmó, es necesario el “trabajo conjunto para su mejora”. Según su perspectiva, no solo haría falta un arreglo urbanístico, sino que “es necesario atajar el problema de raíz”. En este sentido, defendió un estudio “serio y riguroso” sobre el estado actual del centro histórico “que ha sufrido dejadez y abandono durante los últimos años”.
En este sentido, apuntó que los planes de rehabilitación de viviendas puestos en marcha por la Junta en 2009 “no han tenido el efecto que se quería” y que la ley de Cultura que protege al conjunto histórico lojeño “es muy restrictiva y termina aburriendo a las personas que quieren rehabilitar edificios en la zona”.
Un argumento que compartió el portavoz socialista, quien insistió en alcanzar una propuesta “de futuro y de consenso” para lo que estaba abierto a introducir en su moción “cuantas modificaciones hicieran falta”. De esta forma, todos los grupos estuvieron de acuerdo en pedir a la Junta de Andalucía que relaje la normativa para facilitar la rehabilitación de viviendas, que se hable con los empresarios de la zona para reactivar el comercio y que se pida la colaboración de otras administraciones, como el Ejecutivo andaluz o Diputación, para financiar futuras actuaciones. En definitiva, se alcanzó un acuerdo unánime para una reforma integral de la calle Real y, por ende, una parte fundamental del casco histórico lojeño.
MOCIONES RECHAZADAS
Por el contrario, no hubo acuerdo en otras dos mociones presentadas también por el Grupo Municipal Socialista. Una de ellas iba encaminada a denunciar los recortes de la nueva Política Agraria Común (PAC) que, según Mancilla, iban a suponer unos 9 millones de euros menos para Loja –unos 100 en toda la provincia- en los próximos años.
El nuevo reparto de las ayudas europeas para el campo, a decir del portavoz socialista, no está siendo “justo ni igualitario”, lo que supone un “varapalo” para los agricultores y ganaderos del territorio a los que “por primera vez en la historia se les ha aplicado recortes lineales y no progresivos”.
Para Alejandro Ronda se hace necesario una revisión de la PAC “porque las desigualdades son patentes e impide que los pequeños agricultores puedan competir en igualdad de oportunidades con los grandes terratenientes”. A su juicio, la PAC “perdió el norte” en los años 80 y “casi su razón de ser”.
Un punto de vista diferente al que tiene el regidor lojeño. Joaquín Camacho reconoció que “es cierto que se ha perdido dinero pero no tanto como lo inicialmente se había previsto en las negociaciones que había empezado el gobierno de Zapatero, cuando había un riesgo evidente de un recorte del 35% de los fondos”. A pesar de ello, aseguró que Andalucía será la comunidad que más dinero reciba, con un 30% de las ayudas “aún representando el 24% de la producción agraria”. Además, garantizó que “uno de cada cuatro euros de desarrollo rural serán para Andalucía”.
A partir de ahí, el debate se perdió en una senda de reproches y confrontación de datos. Mancilla acusó al alcalde de “inventarse” todo lo que había dicho y de no saber cuál era el cultivo más perjudicado en el municipio. Además, le retó a que les dijera “a la cara” a los agricultores “que el reparto ha sido beneficioso”. Por su parte, el alcalde acusó a Mancilla de haber activado el “botón electoral” y le reprochó los “insultos” y “descalificaciones” hacia su persona y su grupo durante su intervención.
Finalmente, la moción como era de esperar fue rechazada con los votos negativos del Partido Popular y la abstención de Alejandro Ronda.
Resultado similar obtuvo la última de las propuestas del PSOE, esta vez referida a la implementación de un plan de empleo en el municipio usando los remanentes de tesorería obtenidos en la liquidación del presupuesto.“Debemos unirnos para conseguir un plan de empleo; estamos abiertos a cómo ejecutarlo”, afirmó Mancilla.
El concejal Alejandro Ronda ya advirtió de que esos remanentes no se pueden destinar a este fin “porque la ley es lapidaria en este sentido”. En similares términos se pronunció el alcalde, quien recordó que esos dos millones de euros de superávit “real” no se pueden utilizar por la cantidad de préstamos que hay que pagar y porque el Ayuntamiento soporta un nivel de deuda superior al 75%”.
Además, expuso que frente al modelo del PSOE “de contratar a gente por un periodo determinado, el nuestro persigue la implantación de medidas de apoyo a las empresas que son las que generan empleo”. Así, puso el ejemplo de la Comunidad de Madrid, “donde se hacen medidas de este tipo y hay un 16% de paro”, y Andalucía, “una de las comunidades donde menos se apoya a las empresas y que tiene una tasa de paro del 30%”. También rechazó la creación de una mesa de trabajo porque, adujo, “para esto ya está el Consejo Económico de Loja” cuyo reglamento se aprobó en la misma sesión.
En su réplica, Mancilla pidió al alcalde que aclarara por qué ahora no se puede invertir el superávit “cuando lleva dos años vendiendo remanentes positivos y actuaciones que se hacen con ese dinero, como subvenciones a clubes o asfaltado de calles”. Además, insistió en que hay un informe jurídico que dice que el Consistorio “tiene competencias plenas para hacer un plan de empleo local, por lo que deberían asumirse como lo hacen otras ciudades donde se han puesto en marcha”. La moción fue finalmente rechazada con los votos del PP y de Alejandro Ronda.